martes, 15 de marzo de 2011

Conspiraciones

Me preocupan ciertas cosas últimamente. Por ejemplo, un día que me di un paseo por el Facebook, con motivo de la conmemoración del 23-F, leí algunas afirmaciones que me incomodaron mucho. Hay que tener mucho cuidado, sobre todo si eres una persona significada, con hacer afirmaciones tales como que el rey preparó la trama del 23-F para así reforzar su figura, trama que además fue apoyada (dicen) por el centro y la izquierda más derechista. Esta idea ha surgido de las nuevas generaciones de republicanos que, me temo, vieron con demasiada frecuencia Expedientes X. Yo me declaro republicano: considero que es ilógico y anacrónico mantener una familia real que además aún sigue teniendo vigente la Ley Sálica. Pero una cosa es eso, y otra creer en teorías conspiratorias aburdas: ¿quién se puede creer eso, cuando la ultraderecha odiaba a muerte (y odia) al rey, al considerarlo traidor a Franco? ¿Quién se puede creer que gente que vivió la clandestinidad aceptaría un gobierno militar? ¿Quién se puede creer que el hombre que ordenó contactos con la oposición en el exilio le dio luego por acabar con ese proyecto? ¿Alguien puede creer que Santiago Carrillo habría apoyado tal trama, o Felipe González, gobernando codo con codo con militareso, o que en caso de quedar fuera no la habrían revelado a todos los medios? Por eso, mucho cuidado, jóvenes republicanos, con temerarias aseveraciones. Me temo también que vosotros no vivisteis los tiempos que nos tocaron a los que frisamos los cincuenta años: es muy fácil hablar gratuitamente de esos días tensos y perturbadores cuando no vivisteis el pánico diario a un alzamiento golpista cada vez que ETA asesinaba a un militar (y morían muchos, creedme); ni visteis los funerales de estos militares, coreando siempre el nombre de Franco, la muerte al rey y al sistema democrático; ni percibisteis la fuerza que aún tenía la ultraderecha en España. Por favor... Cuidado con las teorías conspiratorias, que uno pierde toda la razón cuando se mete en esos berenjenales. Y hay que ver menos la tele.
Hay otra teoría que ha salido a los periódicos, relacionada con el dopaje. Y me recuerda a cuando todos los clubes de fúltbol presentaban todos los años su lista de avalistas, excepto el Deportivo de La Coruña. Claro, años más tarde se demostró que el pufo del club era mayúsculo, aunque nunca se supo quién surtía de dinero a ese club. Yo, a los clubes que se sienten agraviados por la sombra de la sospecha (aun sin haberlos nombrado, quede eso claro), les diría que abran sus enfermerías, muestren los potitos que se toman sus jugadores y dejen que se analice la sangre de sus futbolistas. Así quedará todo claro, y se demostrará que todo era mentira. Si no lo hacen, será que, igual que el inefable Lendoiro, algo tienen que ocultar.

1 comentario:

Paula dijo...

Hoy asistí(con motivo de actos conmemorartivos del 50º aniversario de la República )a la presentación de un libro de Fortes Bouzán (miembro de la UMD). Uno de los asistentes le preguntó si el Rey había tenido algo que ver con el golpe a lo que categóricamente Fortes respondió que no aunque dijo que a veces el Rey debiera haber sido más cortante con expresiones del tipo : " Voy a sacar los tanques y cargarme el Parlamento " ( Milán del Bosch al Rey después de tres cubatas ).