viernes, 29 de enero de 2010

La arenga de Aragorn


Hijos de gondor y de Rohan, mis hermanos, veo en vuestros ojos
el mismo miedo que encogería mi propio corazón.
Pudiera llegar el día en que el valor de los hombres decayera,

en el que olvidáramos a nuestros compañeros y se rompieran los lazos de nuestra comunidad.
Pero hoy no es ese día.
En que una hora de lobos y escudos rotos rubricaran la consumación de la edad de los hombres.
Pero hoy no es ese día.
En este día lucharemos.
Por todo aquello que vuestro corazón ama de esta buena tierra, os llamo a luchar,

hombres del Oeste.

Hay momentos del cine en que a uno se le ponen los pelos como escarpias. La arenga de Aragorn a los guerreros de la Tierra Media, frente a la Puerta Negra de Mordor, es uno de esos. Las palabras de Aragorn definen la épica, la belleza del sacrificio heroico, esa hermosura de la guerra de la que habló Baricco en su libro sobre Troya. Los soldados de Aragorn no tienen ninguna posibilidad de vencer contra el gigantesco ejército de las fuerzas del Mal. Es un intento estéril desde el principio, condenado a un fracaso que sólo la fortuna podrá sortear. Las palabras de Aragorn resuenan dentro de mí, resonarán siempre como uno de los momentos más emotivos de la historia del cine, o al menos del cine que a mí me gusta, y que he visto en casi medio siglo.

lunes, 25 de enero de 2010

El mundo loco de Donnie Darko

Donnie Darko (Richard Kelly, 2001) es una película muy poco convencional, una de ésas que se denominan "de culto". Y en cuanto la vi, entendí que fuera de culto. Es diferente, hipnotizante, inteligente, complicada, y tiene unos actores realmente espectaculares (inolvidables un jovencísimo Jake Gyllenhaal, como Donnie Darko, o una seductora y turbadora Drew Barrymore como la profesora de literatura, o la madre de Donnie, o la hermana, Maggie Gyllenhaal) desde el primero hasta el último. Es una película acerca de un viaje en el espacio-tiempo, y de cómo se pueden cambiar el futuro y el presente alterando el pasado... pero también es una crítica feroz al conservadurismo científico o social, un canto a la inteligencia y al deseo de saber (compensación que tendrá Donnie Darko al haber cambiado el presente lúgubre que les estaba reservado), un alegato contra la violencia, contra la hipocresía y la mentira, también tiene las trazas de una película de adolescentes, con una parte de terror (Frank, el conejo gigante es inquietante). Las piezas del rompecabezas que es Donnie Darko acaban por encajar pese a la dificultad que la trama conlleva, no en vano hablamos de universos paralelos y la Teoría de Cuerdas, y en cuanto termina la película te pones a pensar en esas piezas: me recordó a cuando vi por primera vez dos películas determinadas, El planeta de los simios y El corazón del ángel, películas a las que les das mil vueltas hasta comprobar que todo está en su sitio, que increíblemente no ha habido errores pese a las muchas lagunas que entraña saber a ciencia cierta el mensaje final del film.
Y aparte de todo, Donnie Darko tiene una banda sonora realmente buena, con un comienzo inolvidable: suena The killing moon de Echo and the Bunnymen, y mientras tanto vemos a Donnie llegar a su casa en bicicleta recorriendo el clásico barrio residencial norteamericano, y vemos también los movimientos de todos los miembros de su familia, que parecen moverse a los acordes de la música, unas imágenes entrañables, que resultan conmovedoras sin saber por qué. Otra canción de la banda sonora es Mad World de Gary Jules, un perfecto colofón para dos horas intensas: una canción mágica para una película mágica. Ahí la tenéis. Recuerda muchísimo a R.E.M. (Debo agradecer haber visto esta película a dos personas: a mi sobrino Mario, y a mi hijo Miguel)

jueves, 21 de enero de 2010

FBI: no hay casualidades



Pobre Llamazares: con el tomate que tiene en su propio partido, y va la oficina federal de investigación norteamericana y lo pone de modelo de retrato robot para terroristas islamistas. Y qué casualidad, ¿no?, que justamente utilicen a un político izquierdista para desarrollar los rasgos malignos de los archienemigos de Occidente. Las disculpas de la embajada norteamericana han sido tan tibias que producen vergüenza ajena. Yo de Llamazares no pisaría los EE UU, por si acaso, no vaya a ser que lo acribillen preventivamente en la zona de tránsito de un aeropuerto. Pero lo cierto es que, de haber querido elegir un rostro-patrón para terroristas islámicos, había candidatos tan buenos como Llamazares. Pienso, por ejemplo en Arenas, Zaplana o López Garrido, fácilmente imaginables con barba y turbante. Anque, claro... no son COMUNISTAS. Esa palabra sigue teniendo un peso excesivo en el imaginario norteamericano. Y produce cierto pavor pensar en los ficheros de personajes políticos o de cualquier índole que dispone el FBI. No me
extrañaría que me tuvieran a mí también, dado aquel lejano incidente que tuve con un profesor en Kansas a causa de la política norteamericana relativa a Cuba (ver entradas del blog tituladas "¡Kansas, Kansas!").
En el sector femenino, sin duda, yo usaría a Ana Mato, porque cuando le da un rayo de sol le salen los genes africanos a relucir (mirad la foto, mirad). Dicen las malas lenguas que un día estaba tumbada en la orilla de la playa... y miembros de la Cruz Roja se apresuraron a llevársela en camilla e hidratarla. Cuando vieron que no había patera se dieron cuenta del error.

martes, 19 de enero de 2010

Un artículo de Elvira Lindo

Me llamó la atención el pasado domingo un artículo de Elvira Lindo en El País. Hablaba de su extrañeza ante el hecho de que mujeres jóvenes sientan atraídas hacia hombres mayores, ya que ella nunca ha sentido algo así. A mí siempre me ha desconcertado que una jovencita quiera pasar su tiempo con un anciano, para qué negarlo; es distinto si una mujer joven se encapricha de un hombre mayor, no anciano: ha sucedido siempre y siempre sucederá, y es obvio que el sexo no es una parte esencial de estas relaciones, cosa que ella tampoco puede comprender. E hilando por ahí las cosas acabó hablando del último libro de Philip Roth, The Humbling, en el cual un hombre mayor tiene una relación con una mujer mucho más joven que él. Roth hace un gran despliegue de virilidad, de su virilidad, me da la sensación: últimamente abusa bastante de este tema, tal vez porque las fuerzas se van agotando y hay que quedarse con la fantasía de la ficción. Pero el caso es que esa mujer, la amante del protagonista, era lesbiana antes de relacionarse con él... y esto fue lo que pareció enfurecer a Elvira Lindo. Siguiendo un argumento ad hominem, afirmó que ninguna de sus numerosísimas amigas lesbianas se habría liado con un hombre, y pasó a declarar que Roth ensalzaba el pene y su teórico poder(?) de modo grotesco e inverosímil. Yo creo que Elvira Lindo no acabó de leer el libro de Roth, porque en él, la amante vuelve al final a su condición anterior de lesbianismo, haciendo que su paso por la vida del protagonista no sea más que una mera experimentación. Y creo también que aunque tenga legiones de amigas lesbianas, tal vez debía pensar que ha existido y existe gente que fluctúa entre lo homosexual y lo heterosexual de modo sinuoso. Yo he conocido a gente así, Elvira, o sea que no me vengas con las macanas de tus amiguitas. Lo que más me molesta de Elvira Lindo es que va tan crecidita que un día se va a creer una referencia de la literatura española seria sólo por el hecho de estar casada con un literato español serio, y por intentar leer libros serios que al final ni consigue acabar.

domingo, 17 de enero de 2010

El obispillo


Es que me lo ponen a huevo. "Obispillo", según la tercera y cuarta entrada del Diccionario de la RAE, es respectivamente una morcilla grande hecha después de matar al puerco, y también, en acepción más conocida, el culo o rabadilla de las aves. No sé si Munilla es morcilla o rabadilla, y con esto me corono con un gran pareado, una suculenta aliteración. No sé, en realidad, si el obispillo Munilla es de este mundo, o del mundo del marrano occiso afiambrado o de la parte menos noble de los pollos. Sólo sé que de nuestra tremenda enfermedad moral es él el mejor ejemplo, poniendo asuntos tan deletéreos como "moralidad" por encima de la mayor catástrofe natural a la que se ha enfrentado una población desde que existe la ONU. Ver niños destrozados, cadáveres sembrados por las calles, bulldozers improvisando fosas comunes, hospitales hacinados de muertos o casi muertos, nada es, por supuesto, comparado con las cuitas del obispillo sobre un pueblo amoral como el español, tan amoral o inmoral (que no sé si hay diferencia) que suele ser de los primeros y más generosos en donar ayuda humanitaria ante crisis humanitarias de cualquier calado. Pero somos muy, muy malos, porque muchos creemos que el derecho a abortar debe existir, que la religión debe ser una confesión privada y no pública, y debe estar completamente separada de la sociedad civil y sus leyes, que el matrimonio puede interrumpirse definitivamente, etcétera.
Otro obispillo, éste arzobispillo y de Granada, vino a decir la pasada semana, en un extrañísimo silogismo que deja en calzones todo jesuitismo y se prende con Superglue a la interpretación más radical de la sharia islámica (los extremos se tocan. ¿O eran los extremeños?), que si una mujer aborta, es lícito que los hombres abusen de ella. Bien, luego vienen diciendo unos y otros que hay una mano negra para tergiversas sus palabras... pero sus palabras están ahí, en su contexto puro y duro: en la radio, la prensa y el púlpito. Pero, ¿qué vamos a esperar de estos personajes a los que el vulgo ha dado desde hace generaciones nombres de morcilla o de culo de gallina?

sábado, 16 de enero de 2010

¿Querías haiku? Pues toma haiku

Hoy en día todo lo oriental posee gran prestigio. Tiene gracia oírles decir a Richard Gere o a Penélope Cruz, por ejemplo, que son budistas: si supieran lo que entraña ser budista, dudo que lo fueran, ya que el objetivo final del budismo es llegar al estado en que uno no siente ni padece, libre de toda pasión humana. En otro orden de cosas, mucha gente aplica el feng-shui a sus hogares, o crea jardines zen, o usa lociones Kanebo, o, simplemente, escribe haikus, muy de moda hoy en día. Un haiku presupone una meditación trascendental de largo recorrido, y una elección de palabras tan meticulosos ambos que esos tres versos pueden llevarle años a un poeta. Los japoneses, en cuanto al arte, no parecen tener mucha prisa.
Pues bien, os dedico, queridos lectores, este precioso haiku. En él deseo revelar la naturaleza de la codicia, ese pecado capital del ser humano, y mostrar asimismo su reverso, que es la envidia, a través de un lenguaje cuidado, sintético. En el haiku se intuye veladamente que un cisne blanco desearía tener el plumaje de un cisne negro: todo acaece en un jardín de Osaka. Me ha llevado quince años la consecución de este poema. Apreciadlo en todo su humilde esplendor:

Culo veo
culo
quiero

Espectacular, ¿no?

lunes, 11 de enero de 2010

Canciones para sepelios


Existe una película romántica titulada Posdata: te quiero, protagonizada por Gerard Butler y Hilary Swank. En ella, Butler dejó escrito que cuano se muriese pusieran en su funeral la canción de The Pogues Fairytale of New York, tal vez a mejor canción de los irlandeses. Esto me ha dado mucho que pensar, y creo que de las 1000 canciones que más me gustan, elegiría para mi funeral, cómo no, una de Tom Waits, la última del último álbum (Glitter and doom) de Tom, titulada Lucky day. Tal vez es por una de las estrofas recurrentes, que dice más o menos: no llores por mí porque me voy lejos, pero volveré algún día afortunado. Sí, esa promesa del retorno, aunque sea imposible, es acaso la más bella promesa que puedes hacer a los tuyos... supongo. En algunos casos prometer un retorno provocaría huidas precipitadas, rasgadura de camisas y arranque racial de cabellos. Hace años pensaba en otra canción de Tom, Anywhere I lay my head, más que nada por ese final con música dixie, tan apropiado para entierros. Pero dudo que en mi entierro mi cuerpo vaya en un carro de caballos seguido por un séquito de músicos negros improvisando sobre las bases de When the saints go marchin' in. Y ahora me pregunto por qué, igual que el jazz nació de esa espontaneidad funeraria, ¿por qué no ha nacido ningún nuevo ritmo de los tanatorios? ¿Es que las urnas metálicas llenas de cenizas no dan cancha musical? En fin, ignoro qué canción elegiríais vosotros para vuestro funeral, o si elegiríais alguna, por supuesto: no todo el mundo es tan lúgubre como yo. Pero Lucky day se me antoja como la mejor opción posible, por lo menos hasta ahora. Bueno, ahí tenéis el vídeo de Fairytale... Y, para saber si hay alguien ahí, ¿se os ocurre alguna canción para tal fin? Admito sugerencias.

martes, 5 de enero de 2010

Neologismos para el nuevo año

Como me he pasado las vacaciones comiendo y durmiendo, entre una y otra cosa se me ahn ido ocurriendo palabras que definen nuevas realidades. Estos son algunos de mis neologismos para el nuevo año. Pondré primero las definiciones y luego los términos. Así, deberéis relacionar unos con otros.
DEFINICIONES
1. Mes del calendario revolucionario francés durante el cual los enfermos moribundos tienden a morir en los aeropuertos.
2. Discurso de Leire Pajín que reproduce el mismo texto tanto si es leído del derecho como del revés.
3. Ave de mal agüero que, como el nombre indica, pronostica grandes catástrofes; pronuncia mal las eses y tiende a tener barba y gafas, y a ser gallego.
4. Oleada de caos y destrucción desencadenados por muñecas rubias norteamericanas.
5. Situación entre lúgubre e hilarante que se puede dar mientras uno conduce.
6. Guerrillera que tiene la mala costumbre de comerse a sus novios después del acto, y encima rezar tras el óbito.
7. Jugador de fútbol del FC Barcelona que engaña a las defensas disfrazándose como un cócker espaniel.
8. Guerrero cosaco muy famoso por su éxito inusitado con las mujeres.
TÉRMINOS
a. Perrito
b. Traficomedia
c. Pajíndromo
d. Terminal
e. Grajoy
f. Barbirie
g. Taras Vulva
h. Maquis Religiosa

Difícil, ¿verdad?
Pues bien, propongo una adivinanza. ¿Quién fue el primero en crear la leyenda de los tres reyes de Oriente? Quien acierte el primero, y se avenga a darme su dirección, le mandaré por correo un ejemplar de Amaranta y Otros relatos.