lunes, 31 de mayo de 2010

Carta breve a Ramo




Querida Ramo:
Ahora que te has ido, aprovecho para informarte de que todos los paraísos han instalado sus zona de carril-bici y senderismo. Por lo tanto, en el futuro nos volveremos a encontrar, quién sabe si en el carril-bici del Walhalla, o en las rutas de las Praderas de Manitú, o en el éter, o en el cielo. Cuando nos volvamos a ver, tú ya conocerás a todos allí, y nos pondrás al día de múltiples e inverosímiles anécdotas mientras paseamos. Tal vez nos recites una de tus poesías escatológicas, tus favoritas, o nos interpretes aquella legendaria canción, "Yo soy la Bella", ésa en la que afirmas tajantemente, a lo Pantoja, que "nadie te eclipsó". Hasta entonces, sigue leyendo las novelas de Guelbenzu en tus ratos de asueto, mientras pones a Leonard Cohen en el equipo de música.
Hasta pronto, Ramo.
Hasta siempre.
Tu cuñado, Miguel

miércoles, 26 de mayo de 2010

El chalet


Esta fue la casa de los encuentros, la casa del jolgorio, el vino, las canciones, la casa del verano, de la libertad. Durante mi niñez sobrevivía precariamente durante el curso, siempre a la espera de la casa de la playa, siempre aguardando los veranos largos, no siempre tórridos, siempre excitantes, aquella llegada al tomar la curva, ver a unos niños campamenteros haciendo guardia en el campamento Paco Leis de la OJE, ahora Albergue Xuvenil de la Xunta, ver las contras rojas de la casa, el poche de piedra, correr a los pinos de atrás, aspirar aquellos olores potentes a vegetación, y correr a la playa, la playa de todos los años, de toda la vida.
Esta fue la casa de las fiestas, el ámbito de tantos y tantos momentos estelares como aquella fiesta de disfraces en que mi tío Carlos tocó el violín con brazo ortopédico y sorpresa final, en que a mi madre, disfrazada de mando de la OJE, le dio tal ataque de risa que... bueno, ya se sabe qué pasa cuando uno se ríe demasiado, en que nos juntábamos decenas de personas y parecía que el mundo siempre sería joven y alegre, y que no habría penas, esta fue la casa en que fuimos aprendiendo cosas cuando hablaban los mayores en el porche, en esas noches largas de verano en que la constelación del perro preside el cielo, con aquella luz insuficiente que aun así atraía polillas.
Esta fue la casa donde teníamos la piragua, mil veces remendada, vehículo homérico o bíblico por su extraña longevidad, así como las bicicletas (una de las cuales aparece ya en la foto, de 1963), que, como los planetas, se movían sin que comprendieras cómo ni por qué. Esta fue la casa, la posada de todos los que querían venir, ombligo de nuestro mundo infantil y adolescente, marca indeleble en el alma.
Ahora es distinta, pero cuando voy espero volver a ver los abetos enanos del jardín de delante, los cipreses de atrás, la hierba alta muriendo donde comenzaban los pinos, el universo de zarzas que nos invadía desde las fincas de al lado, el sonido del motor cuando no había agua de la traída.

Armstrong



No hablo de Louis ni de Neil, hablo de Lance, el tejano ciclista, ése que padeció un cáncer de testículos, y cuando se curó y regresó a la competición, ganó siete tours de Francia seguidos. Sí, siete. Y en siete años no tuvo ni una pájara, ni un leve desfallecimiento, ni un catarro, ni nada. ¿Hay alguien que se lo crea? Pues no. He visto correr a los más grandes de la historia, y siempre flaqueaban alguna vez; de hecho, incluso el más grande, Eddy Merckx, ganó el Tour 1971 y el Giro 1974 gracias a la fortuna. Hace 25 años un compatriota de Armstrong, Greg Lemmond (vencedor en tres tours), anunció que dejaba el ciclismo porque sucedía algo extraño: de un año para otro, así, de repente, todos los ciclistas del pelotón eran más rápidos, resistentes y guapos que él. ¿Cómo era posible? Fue cuando empezó la famosa EPO... época coincidente, por cierto, con la era de Indurain, asesorado sabiamente por su médico Sabino Padilla, famoso, entre otras cosas, por haber salpicado de dudas todas las empresas en que participó (ciclismo, maratón, fútbol), incluido el Ath. Bilbao, que tuvo su triste caso con Gurpegui.
En fin. Pues ahora resulta que Floyd Landis, otro ciclista norteamericano, antiguo gregario de Armstrong y desposeído de un tour por dopaje en favor de Pereiro, afirma que Armstrong y su equipo se hacían transfusiones de sangre, método de muy difícil detección. En Francia, nación que está siempre ojo avizor con respecto al dopaje, desconfiaban de Armstrong desde hacía mucho tiempo, y tal vez Landis les haya dado razones para desposeer al tejano de alguno de sus tours. Ojalá. Yo en este tema estoy absolutamente con la desposesión, llámese el ciclista como se llame (Delgado ganó un tour muy, muy polémico, por ejemplo, e Indurain decidió retirarse sorpresivamente cuando empezó a circular el rumor de que la EPO salpicaba a todos, y en mayor medida a los equipos españoles). Porque Armstrong, aparte de ser un personaje muy sospechoso, encima es el peor compañero de equipo de la historia: lo del Tour 2009 fue algo insólito en la historia del ciclismo, pues nunca antes un gregario había puesto a todo un equipo contra su líder (Contador), e incluso le había atacado: eso va contra los principios de este deporte, y sólo un bicho se podría atrever a hacer algo así. Un grandísimo campeón como Bernard Hinault afirmó que aquello era lo más vergonzoso que había visto en su vida, y celebró el triunfo del madrileño como si fuera propio. Ahora, que corra Armstrong el próximo tour, y ojalá Contador lo destroce, inmisericordemente, y ojalá el público le vuelva la espalda. Lo siento, pero siempre lo he sabido: es un tramposo, y morirá siéndolo. No me creo la ciencia-ficción, señores.

lunes, 24 de mayo de 2010

El mes más cruel

Uno de los inicios más famosos de la historia de la poesía mundial es "April is the cruellest month", el inicio de La Tierra Baldía" (The waste Land, 1922), del norteamericano nacionalizado británico T.S.Eliot, y premio Nobel de literatura. Este comienzo es una parodia de los primeros versos de Los cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer, lo cual es una declaración de intenciones. Muchas veces uno se fascina con algo que no tiene nada que ver con él, y aquí hablo de ideología, pues Eliot era antisemita y ultraconservador. Sin embargo, esa aventura que es su poema, esa busca de una estuctura ancestral que dé sentido a su tiempo (la Europa de entreguerra) es uno de los viajes más bellos de la historia de la literatura. Eliot propuso una nueva búsqueda del Grial para purificar y regenerar la sociedad: resucitó los clásicos etrnos, citándolos constantemente en ese collage o palimpsesto que es La Tiera Baldía. Es una poesía oscura, tanto que él mismo, en una decisión sin precedentes, dispuso un glosario para aclarar muchas de las fuentes y de sus intenciones, e incluso citó las obras antropológicas de las que se nutrió para construir el amazón del poema: La Rama Dorada de Frazer, y Del Ritual al Romance, de Jessi Weston.
Hay frases del poema que siempre resonarán en mi mente: "On Margate Sands I can connect nothing with nothing", "If there was water and no rock", y muchas más, así como la historia de Phlebas el Fenicio, condenado a permanecer por siempre en el agua tras morir ahogado.
Si alguien desea una aproximación a su biografía y busca un camino fácil, sugeriría que viera "Tom y Viv", film que trata de la tormentosa relación de Thomas Stearns Eliot (neurótico, impotente, huidizo...) con Vivianne Haywood, su esposa (una mujer inteligentísima y totalmente desequilibrada), relación cuyas aristas se muestran en el poema. Willem Dafoe hace un papel impresionante en la película. Y para los valientes, animaos a leer "La Tierra Baldía". Puede que os confunda, que os irrite, pero es difícil no caer presa del embrujo que producen las palabras de Eliot, "palabras poderosas", como bien definió el crtico Harold Bloom. Nadie dijo que fuera fácil.

domingo, 23 de mayo de 2010

¿De qué se ríen?



A veces veo las noticias y me quedo pasmado.
Arrestan a unos tipejos de ETA y entran en el coche policial con una sonrisa de oreja a oreja. Más tarde, en juicio, entran sonrientes, sanos, fornidos y desafiantes, como si se hubiesen ventilado todo el chacolí y todos los pinchos de Donosti. Saludan efusivamente a sus familiares y amigos, haciendo ostentación de la risa, como si aquello no fuera con ellos, y acto seguido pasan a decir que no aceptan la justicia fascista española, y que además han sido torturados. ¿Torturados? ¿¿Torturados?? Sólo decir eso es la mayor evidencia de que a esos tipos no los han torturado en su vida. ¿Cómo se creen que entrarían en la sala si hubieran sido torturados? ¿Erguidos? ¿Bromeando? ¿Riendo? Me río yo con la ocurrencia. Tal vez si los metieran en un zulo de dos por dos metros cuadrados y los confinaran allí durante el período anterior al juicio(hablo de meses), totalmente incomunicados, no se rieran tanto. Sewría probar la propia medicina. Lástima que en un estado de derecho no se pueda usar a veces la Ley del Talión... Yo sí que me reiría.
Otro que se ríe es el inefable Camps. Antes tenía sus tendencias ruiseñas, pero de un tiempo a esta parte, desde que lo han imputado por cohecho, da la sensación de vivir permanentemente en la pista del Pachá (junto a Rita Barberá, que se parte el pecho de la risa también), vamos, que, como decimos en Galicia, "se escacha". Debe de ser que tener a la ley cerca produce efectos hilarantes, porque si no, no entiendo absolutamente nada. Yo estoy esperando esperando a que el peso de la justicia caiga sobre mí, ya que no me puedo permitir cursos de risoterapia, y habida cuenta de los efectos tan beneficiosos de la risa en nuestro organismo. Bueno, hace dos semanas me llegó una multa de tráfico, y esbocé una gran sonrisa. Es un comienzo, ¿no?

viernes, 21 de mayo de 2010

Cambios de imagen

He hecho algún cambio que otro en la imagen del blog, como habréis notado. Como cabecera he incluido el cuadro que veis, La puerta está abierta, de mi amigo Yoshiro Tachibana. Este cuadro me inspiró para escribir El Arlequín (lulu.com), novela con telón de fondo del contrabando gallego que edité a través de internet, y me inspira siempre, porque me parece sencillamente precioso. Si queréis ver más cuadro de Yoshiro, alias Nino, tiene una página web con su nombre. Merece la pena.

jueves, 20 de mayo de 2010

Son of Sam, breve historia de un asesino en serie




Entre el mes de julio de 1976 y el mes de agosto de 1977 un hombre llamado David Richard Berkowitz aterrorizó Nueva York asesinando indiscriminadamente a seis personas e hiriendo a otra siete. Se hacía llamar Son of Sam (Hijo de Sam), y en una carta reveló que ese tal Sam era una especie de demonio que le incitaba a cometer los asesinatos, argucia muy común, pues sólo hay que recordar que a Charles Manson fue la canción Helter-Skelter de los Beatles la que le llevó irremisiblemente a asesinar a Sharon Tate y sus amigos. En realidad el Hijo de Sam sufría según los psicólogos de esquizofrenia paranoide.
Berkowitz fue arrestado en ese verano del 77, pero afirmó que no había sido el único asesino, sino que otros asesinatos los habían cometido los seguidores de un culto satánico. El investigador del caso estimó que era más que probable esa opción, pero no se pudo atrapar a nadie. El asesino en serie es hoy en día una figura más de la cultura popular, como bien reflejaba Oliver Stone en su película Asesinos Natos; baste decir que horribles criminales como Ted Bundy, que asesinaba y mutilaba a mujeres jóvenes, siguió recibiendo cartas de admiradoras (!) hasta el día de su ejecución. En el caso de Berkowitz, el verano de 1976 en Nueva York fue bautizado para siempre el Verano de Sam. Una curiosidad es que como las víctimas de Berkowitz tenían pelo largo y oscuro, las muejres de N.Y. de estas características se cortaron y tiñeron el pelo de modo masivo.
Pero volviendo a las raíces del caso, ese morbo, esa propensión al mayor tabú, que es acabar con otra vida humana, ha estado siempre ahí, como prueba la vigencia de canciones y películas sobre bandoleros, atracadores y asesinos (en muchas de las cuales se ensalza la figura de éstos). El ser humano debería mirarse hacia adentro y pensar por un momento cuál es la razón de esa fascinación. La respuesta es que entre el lado oscuro y el luminoso hay una línea tan tenue como la que separa el amor y el odio.
Uno de mis ídolos muertos, Elliott Smith, compuso esta canción, Son of Sam, en la cual compara su mente inestable y confusa con la del asesino. Su última frase es definitiva: "Soy un poco como tú, Hijo de Sam":

martes, 18 de mayo de 2010

El fin según David Monteagudo

Hacía años que un libro no me enganchaba de la manera en que me ha enganchado Fin, de David Monteagudo (ed. Libros del Asteroide). El comienzo me recordó a Diez Negritos, por lo del encuentro de diversas personas en un lugar aislado; en este caso, es un grupo de amigos que se reúnen después de 25 años. El autor describe a la perfección la personalidad de cada uno de los personajes, y cuando uno cree que el clímax se va a alcanzar a través de la catarsis de las relaciones personales, un hecho cambia radicalmente la historia, y lo que parecía una novela tensa sobre la condición humana se convierte en un viaje de pesadilla hacia la nada. Y si primero hablé de Agatha Christie, ahora casi debo hablar de la pesadilla en que se constituye el último libro de Cormac McCarthy, La carretera. Y además hay un aspecto que me ha maravillado en la novela: la descripción de la naturaleza, tan ajena al devenir humano, enfatizada por un narrador testigo que nos relata con técnica cinematográfica lo fútiles que son nuestros actos ante algo mucho más poderoso. Me dolió acabar la novela, lo mismo que me costaba dejarla por las noches a sabiendas de que se hacía tarde y al día siguiente había que madrugar. No puedo menos que recomendarlo encarecidamente: es como pasar una maldición, al estilo de The Ring: el que tome la novela en sus manos quedará atrapado, y se sentirá obligado a recomendárselo a otro, tal vez para liberarse de esa desazón terrible que te va dejando a medida que progresas.
(Dedicado a Pedro Díaz, que casi me mata de un infarto)

lunes, 17 de mayo de 2010

Dos versiones de canciones de los 80



La madrileña Lourdes Hernández, alias Russian Red y la malagueña Ana López, alias Anni b Sweet, se parecen en varias cosas: son jóvenes, españolas, cantautoras, cantan en inglés, sus dos álbumes fueron producidos por Brian Hunt y ambas han hecho sendas versiones de temas de los años 80. El de Russian Red es el clásico de Cindy Lauper Girls just wanna have fun, y el de Anni b Sweet, Take on me del grupillo superhortera A-ha. Tanto una como otra consiguen apropiarse de las canciones, de modo que alguien que nunca haya oído a Cindy Lauper podrá creer que la canción es intimista, y cualquiera que no haya sufrido, como yo, la versión original de A-ha creerá que ésta no es una horterada, sino una preciosidad minimalista. Bravo por ellas, por su saber hacer, y por haberse abierto camino en este mundo complicadísimo de la música a través de su calidad, y del boca a boca en internet. Además, con respecto a Anni b Sweet, tengo una sintonía superior, ya que en una entrevista afirmó que una de las canciones que le hubiera gustado haber compuesto es Between the bars de Elliott Smith (la cual tuvo una entrada de este blog, con vídeo casero incluido, y la cual es, como sabréis, una de mis favoritas de todos los tiempos). En fin: como últimamente no soy capaz de bajar vídeos al blog, ahí están los enlaces de las dos canciones. La de Russian Red es un montaje de fotos, ya que la calidad de los otros vídeos era ínfima.


viernes, 14 de mayo de 2010

Un puñado de amor de Antony


http://www.youtube.com/watch?v=CImsEJHYyv4

Las canciones de Antony destilan una tristeza, un padecimiento infinitos. Verlo cantar es una experiencia diferente, con ese aspecto andrógino, tan extraño, tan grimoso, por qué no decirlo, con esa voz tan especial, tan diferente. Fistful of love es, para mí, su mejor canción. El enlace os llevará a una actuación en directo para la BBC, junto con su soberbio cuarteto de cuerda, The Johnsons. La canción comienza con un recitado, muy similar al comienzo de esa gran canción de Lou Reed, Coney Island Baby (por cierto, Lou Reed fue uno de sus descubridores, y creo recordar que en el álbum es el mismo Lou Reed quien recita la introducción). La canción va in crescendo, incrementando el ritmo soul, aumentando la emoción. No es una canción que deje indiferente. Antony no deja indiferente, ni por su aspecto, ni por su voz (extraña, luminosa, no sé qué más decir...), ni por sus letras dolientes (a veces en el borde del sado-maso), ni por su música. Gustará o no, pero nadie que oiga Fistful ol Love podrá decir que la oyó en Eurovisión 2007.

¿Significa algo "Escalera al Cielo"?


Stairway to Heaven, la canción más famosa de Led Zeppelin, ha causado siempre gran controversia con respecto al contenido de su letra. Un día entré en un foro y fui viendo los múltiples significados que le adjudican los "fans". Y puedo afirmar que los fans están más flipados de lo que estaban Plant y Page cuando la compusieron (lo cual, pensando en cuándo la compusieron, es mucho, pero mucho, mucho: hablamos de los 60-70, muchachos). Estas son algunas de las interpretaciones de la canción:

>Es un tema desde el punto de vista de la iglesia evangelista sobre Jesucristo.
>Trata sobre los efectos de la codicia en la sociedad humana.
>Es de una mujer inyectándose heroína por primera vez.
>Es sobre una mujer que no para de inyectarse heroína.
>Una parábola sobre los EEUU, ya que la dama de la que habla la canción representa este país.
>Un tema sobre el materialismo y los falsos cristianos.
>Un viaje espiritual.
>Es un viaje de ácido lisérgico con connotaciones célticas.
>El cielo no se puede comprar: hay que hacer buenas obras para que te acoja.
>Trata de la ciudad de Babilonia. Me pregunto por qué.
>Enmascara la trilogía de El Señor de los Anillos. Me pregunto dónde.
>Demuestra que Dios no puede ser también un hombre. Me pregunto de dónde sale eso.
>Es una canción satánica. Ya no me pregunto más cosas.
>Es sobre un culto al suicidio en que el flautista ("The Piper") lleva a la gente a su destrucción.

Hay más interpretaciones. Tal vez mi favorita es algo irónica: trata de los Teletubbies, que construyen escaleras mecánicas para llegar al cielo, y la referencia a "todo lo que brilla es oro" apunta directamente al bolso de Tinky Winky. Me parecería tan factible como las anteriores si no fuera porque faltaban treinta años para que aparecieran los Teletubbies.
En fin. Lo más curioso es que Robert Plant, responsable de la letra controvertida, afirmó que la compuso estando bastante flipado (ya había avisado de esto), y que ni él mismo sabe de qué va. Pero nadie le cree, como nadie creía a Lennon cuando afirmaba que sus letras psicodélicas no significaban nada en especial. Alguno hasta ha dicho que en el fondo de la canción de Led Zeppelin se oyen nítidamente invocaciones a Satanás. Ese sí que estaba flipado. Y es lo que siempre digo a mis alumnos sobre las canciones en inglés: aprendeos las letras si queréis, pero no les busquéis sentido, porque habitualmente carecen de él.

P.D.: Hace meses salió el ranking de peores letristas del pop y el rock. McCartney y Bono, de U2, salieron muy mal parados. No me extraña, sobre todo por parte de Bono.

5%

Esta cifra esta en boca de todo el mundo. Muchos (un 60% de los encuestados, según un periódico) se muestran exultantes ante el recorte de sueldo a los funcionarios. Tal vez si pensasen que hay muchos escalafones de funcionarios, y que muchísimos de ellos son casi mileuristas no se regocijarían tanto. Yo, como funcionario, aceptaría todo de buen grado si no fuera porque esta medida parece habernos criminalizado: qué paradoja, ¿no? Una crisis global causada por el aventurerismo financiero de tiburones multimillonarios sin escrúpulos la tendremos que paliar los mismos que con nuestros impuestos hemos ayudado a reflotar bancos y empresas que en vez de nadar y guardar la ropa se dedicaron a despilfarrar. Ahora nos descontaran un porcentaje que aún ignoramos, ya que el cinco es el promedio. Da igual: sobreviviremos. Tenemos además ese privilegio de tener trabajo seguro (algo que debería modificarse, pues el funcionario inútil, ineficiente o bajista profesional debería ser expulsado del sistema: incluyo a jueces, profesores, médicos y demás, que quede claro), cosa que nadie más puede decir.
Sin embargo, hay algo que no comprendo. En Estados Unidos, durante la Gran Depresión posterior al crack del 29, una de las medidas de Roosevelt (según las teorías de Milton Friedman, creo recordar) fue subir el sueldo a los funcionarios públicos para así incentivar el consumo, con lo cual la rueda empezó a moverse y el país fue saliendo a flote. Aquí, con esta medida, se va a reducir el consumo, con lo cual decrecerá el empleo, y con ello los impuestos derivados de él. ¿No sería mejor, tal vez, criminalizar a las clases más altas, que no han notado ni un ápice que estamos en crisis? ¿A los bancos, culpables directos de esta crisis global? ¿A las grandes empresas que han recibido dinero público pero sus beneficios siempre se quedan en lo privado? Por tanto, admitiré de buen grado mi recorte siempre y cuanto recorten también a todos esos tiburones que siempre sobreviven, que siempre ganan.
Y un mensaje a Zapatero: lo siento mucho, pues todos saben que no soy precisamente un amante del PP, pero todo el mundo debe reconocer que a este hombre le queda grande ser líder, le queda grande dirigir un país, le sobra esa sonrisa estulta, le sobra el optimismo absurdo y sin fundamento. Y esto lo digo desde hace mucho tiempo, que quede claro. Ojalá el presidente hubiera sido Rubalcava, que es lo que reivindico desde hace seis años. Y respecto a la oposición, sólo puedo calificarlos de cobardes, porque si tanto les importa España, ¿por qué no han presentado una moción de censura? ¿Es que hay miedo a enfrentarse a esta recesión y no saber qué hacer? Eso parece, de hecho es significativo que la valoración del líder de la oposición sea aún peor que la del presidente: un hecho sin precedentes. Pero mientras tanto, señoritos del PP, llenémonos los carrillos de la palabra patria y sigamos defendiendo a los amiguetes de los trajes y de Gürtel, y alegrándonos de que liquiden a un cierto juez (Sorayita estaba exultante). Como decía Forges: País...

miércoles, 12 de mayo de 2010

Despedida de una nueva promoción


Lo que queda del curso de 2Bachillerato es ya puramente residual: semana de exámenes y poco más. En poco tiempo estaréis preparando los exámenes de selectividad, y ese será el punto de fuga, nunca mejor dicho. Ahora, valorando el curso, veo que a su conclusión habremos hecho siete exámenes de texto, seis de gramática y tres de "Listening". Creo que no está mal, y que se ha enfocado todo correctamente de cara a ese último obstáculo. Ojalá haya suerte, y el método funcione. Desde aquí me despido ya, aunque aún os vea, de todos vosotros. El roce hace el cariño, y reconozco que me va a dar pena (como siempre me pasa) que se vaya alguna gente a la que he cogido mucho afecto. De ahora en adelante uno llega al punto de elegir y equivocarse, ese punto fundamental en el crecimiento como persona. Desde ahora, lo bueno será cien veces mejor... y lo malo, cien veces peor: la vida es así. Yo no soy quién para dar consejos, pues yo también me he equivocado, me equivoco, y me equivocaré hasta el fin de los tiempos. Mi único consejo válido es el siguiente: nunca hagáis lo que no os gustaría que os hicieran (el imperativo moral kantiano), rebelaos ante las injusticias, nunca caigáis en la mediocridad ni en la autocomplacencia, y siempre, intentad buscar la felicidad, porque es el único destino lógico en este mundo absurdo. Sed felices y caminad hacia adelante, resumiendo. Al fin y al cabo, usando mecanismos reduccionistas, concluiremos que no somos más que polvo estelar que por extrañas coincidencias acabó estudiando o trabajando en un instituto de Teis. Y eso es lo más cierto, porque vosotros, lo creáis o no, sois estelares. Hasta siempre. Au revoire, les enfants. Good Bye, kids.

lunes, 10 de mayo de 2010

Recordando a Violent Femmes


En los 80 Gordon Gano, hijo de un predicador protestante, fundó Violent Femmes, un trío de culto que componía sus canciones con guitarra, batería y bajo acústico (el "guitarrón" mexicano clásico). Sus letras son reseñables, por la mezcla de hormonas masculinas desesperadas desbordándolo todo con mensajes bíblicos heredados de Gano Senior, me figuro. Fue un grupo muy seguido, muy divertido, increíblemente pegadizo y por el contrario, enrevesadamete duro a veces, con canciones que perduran, aunque mucha gente no sabe que son de ellos, caso de Gone daddy gone, perteneciente a su primer álbum, titulado Violent Femmes, el de la célebre portada de la niña de la foto superior. Son muy destacables también sus discos Hallowed Ground, y el álbum Hittin' the Ground, realmente delicioso, en que diversos artistas como They Might Be Giants o P.J. Harvey colaboraron grabando temas de Gordon Gano. Violent Femmes fue uno de esos grupos que se despidieron de modo abrupto, y que sus seguidores echamos mucho de menos: hace muchísimo que no oigo discos tan divertidos como los suyos, y echo de menos esa percusión, ese bajo acústico heterodoxo, esos alaridos de Gordon Gano pidiéndole a la chica que no se vaya, o deseándole que engorde para que así regrese con él.
Este es el enlace del clip Blister in the sun, en que sale uno de mis actores preferidos, John Cusack:

domingo, 9 de mayo de 2010

Un relato antiquísimo


Hay un relato perteneciente a Las 1.001 Noches que trata sobre la inevitabilidad de la muerte. Hay diversas versiones de este mismo relato, cada una con un origen y un destino del protagonista diferentes, pero básicamente no varían demasiado. Este es el relato, titulado


EL ÁRABE Y LA MUERTE

Había una vez un rico califa en Bagdad que era muy famoso por su sabiduría y su bondad. Un día, el califa envió a su sirviente Abdul al mercado a comprar comida. Mientras Abdul estaba mirando por los puestos del mercado, de repente sintió un escalofrío. Notó que alguien estaba detrás de él. Se volvió y vio un hombre alto vestido de negro. No pudo ver la cara del aquel hombre porque la tenía cubierta por una tela, pero sí sus fríos ojos. El hombre le estaba mirando fijamente y Abdul comenzó a temblar.

—¿Quién eres? ¿Qué quieres? -preguntó Abdul.

El hombre de negro no respondió.

—¿Cómo te llamas? -le interrogó nerviosamente, de nuevo, Abdul.

—Yo soy… la Muerte -le respondió el extraño secamente, y se fue.

Abdul dejó caer la cesta de la compra, se dirigió corriendo al palacio y entró deprisa y corriendo en la habitación del califa.

—Lo siento, señor. Tengo que dejar Bagdad inmediatamente -dijo Abdul.

—¿Por qué? ¿Qué ha sucedido? -preguntó el califa.

—Acabo de encontrarme con la Muerte en el mercado -replicó Abdul.

—¿Estás seguro? -le interpeló el califa.

— Sí, completamente seguro. Estaba vestido de negro y me miró fijamente. Voy a ir a la casa de mi padre en Samarra. Si voy ahora mismo, estaré allí antes de la puesta del sol - dijo Abdul.

El califa notó que Abdul estaba aterrorizado y le dio permiso para ir a Samarra.

El califa estaba perplejo y no entendía nada de aquel asunto, pero, como tenía mucho cariño a Abdul, se enfureció mucho porque su criado había sido atemorizado por el extraño del mercado. Entonces decidió ir allí a investigar aquel oscuro asunto. Después de un rato, el califa encontró al hombre de negro y le increpó:

—¿Por qué atemorizaste a mi sirviente?

—¿Quién es vuestro sirviente? -le respondió el extraño.

—Su nombre es Abdul -contestó el califa.

—Yo no quería atemorizarle. Estaba sorprendido de verle en Bagdad - replicó la Muerte.

—¿Por qué estabas sorprendido? -preguntó el califa.

—Estaba sorprendido porque esta noche tengo una cita con él en Samarra.

viernes, 7 de mayo de 2010

Atrapa a un ladrón (2)

Pues mis pronósticos se confirmaron hace una semana: el caco del instituto pillado in fraganti tuvo la durísima sanción de tres días expulsado (!), y, curiosamente, esta semana pasada ha vuelto a haber robos en la misma clase y a las mismas horas de siempre. Esta vez parece que robaron un móvil y un reloj, nada de bagatelas. Como el curso se está acabando y los alumnos de 2BACH están agobiados con los exámenes, parece que prefieren ya echar un tupido velo y olvidarse de todo. Los comprendo. Yo haría lo mismo, dado el interés que se ha puesto en capturar a los culpables. Tal vez tenga razón un comentario anónimo que recibí en el blog, por drástico que pueda parecer: si se denunciaran estos hechos a la policía, seguro que la verdad saldría a la luz. Y también la responsabilidad de algunos por dejación de funciones.

Cosas que nunca sabré ni haré

Nunca sabré cuáles son los mecanismos que rigen el cuadro de mandos de una mujer, y creo que es mejor así: si fueran más simples, serían hombres.


Nunca sabré cuál era el nombre real del Capitán Trueno, ni por qué Crispín no siguió el tratamiento hormonal de crecimiento de Messi. Tampoco sabré por qué el Capitán, en vez de dormir con skyjama, usaba la cota de mallas.

Quizás un día sepa qué es lo que se esconde en la mente de un nazi, de un fanático del OPUS, de un talibán, de un tertuliano de Intereconomía, de un etarra... pero creo que es mejor no saberlo. Nunca me han gustado las fosas sépticas.


Nunca sabré por qué las moléculas son tan caprichosas que unas tienen la particularidad de adherirse y otras no, por qué la luz posee propiedades, por qué los colores en realidad no existen porque son simplemente frecuencias de onda.


Nunca sabré las motivaciones que llevan a ciertas personas "temerosas de la ley" a encubrir hechos delictivos, proteger a aquellos que los cometen y encima alardear de ello.


Nunca sabré si soy yo quien escribe mis libros o son ellos quienes me escriben a mí. A lo mejor debería buscar en las bibliotecas del mundo libros que me escriban mejor.


Nunca conoceré la lengua de los navajos.


Sé que nunca volveré a Lawrence, Kansas.


Nunca sabré si aquel sueño lo tuve una sola noche durante horas, mil veces durante unos segundos o lo he estado teniendo desde siempre.


Nunca sabré por qué me emocionan precisamente ciertas palabras, ciertas canciones. Nunca sabré tocar la guitarra, y eso me duele. Nunca entenderé qué significa La maza de Silvio Rodríguez.

Nunca sabré a ciencia cierta qué es lo que piensan de mí los que me rodean, si me ven más grande o más pequeño de lo que soy, más listo o más estúpido, más nervioso aun de lo que soy. Nunca sabré si realmente me ven o soy un espectro más.


Nunca sabré si cuando muera podré pervivir de algún modo en la vida de mis hijos. Ojalá. Qué lástima que los genes no tengan ojos para poder ver cosas desde el cuerpo futuro de Miguel y Juan.


Sé que nunca visitaré el Macch Picchu, que me fascinó desde que vi una fotografía en un libro titulado La epopeya del hombre. Lo recuerdo perfectamente: fue en 1974.

Nunca, nunca sabré si todo esto no es más que un sueño dentro de un sueño, un juego de espejos, un pensamiento en la mente de otro ser, el entretenimiento pasajero de otro cerebro que se divierte creando vidas y circunstancias.


Nunca sabré cómo se puede escribir un libro como Pedro Páramo, y sí sé por qué nunca podré llegar a escribir algo así.


Nunca sabré qué pasa por la mente del "escritor" y "tertuliano" José Manuel de Prada, y mejor no saberlo: el sueño de la sinrazón produce monstruos que habitan en fosas sépticas.

Nunca sabré a ciencia cierta por qué soy del Real Madrid, pero tengo todas las certezas para saber por qué no soy del Barcelona. No sabré hasta el sábado si ganaremos la liga o no. Si la ganamos, sí que sabré qué hacer, aunque la cabeza me reviente al día siguiente.

Ser o estar

Un día una amiga mía me comentó los intríngulis de los verbos ser y estar. "Mira, Miguel, por ejemplo, ser buena y estarlo no tienen nada que ver: lo primero cansa; lo segundo, no, ni mucho menos". Yo reflexioné sobre esto (siempre dentro del grado de reflexión al que yo puedo llegar, claro, que es similar al de un búfalo almizclero), y me quedé pensando en aquellas clases de español que daba a alumnos norteamericanos en la universidad de Lawrence, Kansas: no acertaban con esos dos verbos ni por casualidad ("soy contento, soy bien, ella es en Madrid, la flor está azul..."); por lo tanto, colegí (dentro del grado de colección al que yo puedo llegar, claro, que es similar al de una rata-topo lampiña o farúmfer) que las palabras de mi amiga eran ciertas: tenemos un elemento distorsionador en el idioma, del que carecen casi todas las lenguas, y debemos hacer uso indiscriminado de él. Creo que tal vez sea el momento de reivindicar los cambios: el Estado acaso debería ser el Sido; el bienestar, el bienser (y el Estado del Bienestar, el Sido del Bienser). Yo, de entrada, antes de que se me adelante Ikea en una nueva campaña de las suyas, llamaré a la salita de estar "salita de ser": será mucho más que la república independiente de mi casa; será como una especie de cueva platónica, "aespacial" y atemporal, donde todos los que estemos, seremos... y viceversa.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Nuevas marcas de coches


La sabiduría del rural gallego transformó un nombre tan raro como Land Rover en algo cercano: Gran Roble. De este modo, podemos hacernos una idea del uso que haremos de ese vehículo: travesías por bosques, montañas, etcétera. Por tanto, propongo un cambio en las marcas para adaptarlas mejor a su usuario tipo:

Missan: El vehículo perfecto para los más beatos y piadosos.

Coyota: Más feo que un pecado, pero ideal para el desierto de Arizona, el de Sonora y otros.

Percebes: La gama más alta del Mercedes, dado su nombre comercial.

Caquillac: Una mierda de coche, solitario o no.

Flexus: El coche que debe tener todo estudiante nocturno.

Alfa Romero: Perfecto para viajar a toda pastilla a ermitas donde se celebran fiestas populares.

Ranault: Coche para batracios, franceses o no.

Forrari: No aspiren a él si no tienen alta capacidad adquisitiva.

Cetroen: El coche oficial de los monarcas en comitiva oficial.

Calbot: Un vehículo creado expresamente para hombres y mujeres con alopecia.

Raudi: Simplemente, el más rápido. ¿Te gusta conducir?

Frod: El vehículo norteamericano con que siempre han soñado los hobbits.

Rolls Joyce: Diseñado para trayectos cortos en Dublín, sólo para intelectuales y apátridas.

Oropel: La gama más hortera de Opel.

Spart: Vehículo pequeño, frugal y belicoso, con griegas tendencias heroicas y minimalistas.

Eskodo: El coche de Pablo Motos, que demuestra que la foto no Eskulo.

Polvo: Bueno... aquí que cada uno piense lo que quiera de este modelo sueco.

lunes, 3 de mayo de 2010

La restitución de Héctor Abad






Héctor Abad Faciolince escribió un destacable libro sobre la memoria de su padre, Héctor Abad, médico epidemiólogo y activista por la democracia y los derechos humanos en Colombia (en la foto superior). El libro es El olvido que seremos. Estas memorias están marcadas por dos hechos luctuosos: las muertes de su hermana Claudia (la pequeña violinista que aparece en la portada) , por un melanoma, y la de su propio padre, asesinado por paramilitares. Héctor Abad se afana en restituir el recuerdo de su padre, un hombre machadiano en el sentido de "bueno en el buen sentido de la palabra", apasionado respecto a las injusticias sociales, cándido en relación con el alcance de sus actos y su propia seguridad, bondadoso en todos los aspectos. El libro es casi una superación del Complejo de Isaac, cuando el protagonista e hijo, ya mayor, sabe que debe romper de algún modo los lazos poderosos que le unen con él, el padre perfecto, divino, ejemplar. Es también una radiografía de la sociedad colombiana durante cincuenta años: arbitrariedades, fanatismo, violencia política y, finalmente, la violencia novedosa de los narcos, ésa en cuya existencia el padre del escritor no pudo ni llegar a creer, tan insondable era para él algo tan cruel como absurdo.

Pero el libro es, sobre todo, un entrañable rescate de la memoria, un intento de que tras la muerte no seamos sólo olvido, un motivo recurrente y obsesivo a través de las citas literarias de Jorge Manrique, Quevedo, Shakespeare, Antonio Machado y Borges, a quien pertenece el verso que da título a las memorias; al perder la vida no somos más que olvido, es la tesis de Borges; no obstante, Héctor Abad hijo lucha contra esa condena, y deja por escrito su testimonio de una vida, no una más, sino una especial, ejemplarizante, luminosa.

El olvido que seremos es la demostración de que el héroe es un ser común que lucha contra fuerzas más poderosas... y que finalmente cae derrotado; sin embargo, su mensaje queda ahí: su vida llena de amor, conciencia y bondad es en sí imperecedera, mientras que los equidistantes, los asesinos, los que miran a otro lado nunca tendrán un epitafio tan hermoso como este libro de un hijo dedicado con todo el amor del mundo a su padre.

El mejor gol, la mejor narración


Mundial 86, México. Aregentina-Inglaterra. Maradona recibe un balón en su propio campo y sortea a todo jugador inglés que se le cruza hasta marcar el mejor gol de la historia de los mundiales de fútbol, según todas las valoraciones mínimamente objetivas. Para los que se empeñan en hacer comparaciones de goles, creo que es obvio que un gol no tiene el mismo valor si lo marcas, por ejemplo, contra el Getafe en la Copa del Rey que si lo marcas en un mundial contra el enemigo con mayúsculas, en directo para cientos de millones de personas. Por eso mismo la volea de Zidane en la final contra el Bayer Leverkusen está considerada como el mejor gol de la historia de la Copa de Europa. El gol de Maradona es el sueño de todo futbolista, en el escenario perfecto, y la narración de Víctor Hugo Morales ha pasado a la historia por su emoción, su retórica, su melodramatismo, incluso por eso mismo: Morales sabía que había tenido el privilegio de narrar un gol para la posteridad: es como si un periodista hubiera podido filmar cuando Aquiles mató a Héctor. Además, ese partido tuvo otro gol histórico: el de la Mano de Dios, un gol de Maradona flagrantemente ilegal, metido con la mano. Yo vi esos goles en directo, una noche de 1986 que recuerdo perfectamente porque al día siguiente me examiné de oposiciones de inglés en el instituto Santa Irene de Vigo. Las aprobé, dicho sea de paso, y no sé cómo, porque vi casi todos los partidos del mundial, y no tuve más que un mes para estudiar. Los dioses estaban conmigo, como estuvieron con el Barrilete Cósmico en aquel mundial inolvidable.
Como anécdota, la frase irónica de Burruchaga, centrocampista de Argentina, que dijo con gran humor al acabar el partido: "El mérito del gol fue mío, que le di el pase".
Si no lo habíais oído antes (imposible no haberlo visto), aquí está el enlace subtitulado (el sonido es muy deficiente). La narración no tiene desperdicio: una mezcla mística y orgasmática que ni Santa Teresa: