miércoles, 18 de junio de 2008

Me despido, queridos lectores

Han pasado tres meses desde que inicié este blog. Debo decir que la experiencia ha sido mucho más que positiva de lo que imaginaba por la respuesta de los lectores, y que, además, el blog me ha reactivado como escritor. Confieso que estaba pensando muy seriamente dejar de escribir, pero esta experiencia me ha dado nuevos ánimos, tanto que para mí ha sido como una especie de terapia compartida con mis lectores invisibles, o sea que espero regresar en septiembre, si es que aún me quedan cosas por decir. Espero que sí.
Agradezco muchísimo los comentarios que habéis dejado a las entradas del blog, no importa si fueran coincidencias o discrepancias. No dudo en disculparme si he sido demasiado vehemente en mis amores y odios, irreflexivo en ocasiones, si no me he informado lo suficiente o si mis opiniones han sido chocantes, pero es que soy así, y a estas alturas, no creo que cambie. Si alguien se ha comprado un libro, ha visto una película o ha adquirido un disco a causa del blog y no le han gustado, no os precupéis, que entonaré el mea culpa.
Sí que agradecería, mis queridos lectores, que me mandarais algún comentario tanto con críticas como con ánimos, o bien reseñando qué secciones (si es que se pueden llamar así) os han gustado más o cuáles menos. Debe de ser que estoy mediatizado por las evaluaciones de fin de curso: deformación profesional.


Hasta pronto, espero, tardeselectriqueros. Feliz verano, y recargad las pilas.

Miguel Otero

martes, 17 de junio de 2008

Expiación y Real Madrid en tiempos revueltos




Hace cosa de tres años leí "Expiación" ("Atonement") de Ian McEwan. me da la sensación de que con esta novela McEwan decidió dar un giro a su carrera, dejar su impronta malévola y tomar por el camino del novelista consagrado, más convencional. La novela es muy buena, que conste, y se la recomiendo a cualquiera al que le guste la buena literatura, pero si uno no hallara tiempo para leerla, pues la oferta novelística es ingente e inabarcable, puede optar por ver la película, que es una excelente adaptación, pues capta el espíritu de la obra a la perfección. Por ejemplo, la escena de la fuente es tal y como yo me había imaginado, y esa tórrida escena con la bellísima Keira Knightley ataviada con un vestido verde... Madre, ese vestido verde pasará a los anales del cine, sospecho.

Después de ver la película, Carola y yo comentamos sobre las adaptaciones británicas en oposición a las norteamericanas, por ejemplo. Ya no solo los objetos que veamos en una ambientación histórica británica serán exactamente los que en esa época eran de uso común (siempre tienen especialistas para las adaptaciones, una especie de microhistoriadores que todo lo saben de cualquier tiempo pasado, ya sea Roma, la era de los Tudor o la época colonial), sino que además, cuando es acerca de temas dom´sticos, se apoyan en rigurosos especialistas en la lengua de la época. Es muy importante, aunque no lo parezca, porque expresiones fuera de lugar pueden arruinar una película más aún que esos legionarios romanos que aparecen con relojes de pulsera (véase los "peplum" típicos), o que Aquiles luchando estilo kárate a muerte en Bangkok, en la infausta "Troya".

Esto lo comento por la teleserie "Amar en tiempos revueltos", a la que soy bastante aficionado (¡lacérenme con sus dardos!), que en general mantiene bien la ambientación, y en el caso del lenguaje de la época, reflejan bien el de las clases altas y medias, aunque a veces se les cuelan expresiones anacrónicas. Ejemplo: Matilde pasea con su novio, y le pregunta si se aburre con ella. El novio le responde: "¡Para nada!". Vamos a ver; "para nada" significando "en absoluto" o "de ningún modo" entró en España a principios de los ochenta, y creo que de la boca de Maradona, a quien yo por lo menos le oí esto por primera vez. También Juan Grande le dice a Juan Chico que el joyero se va a "ir de rositas", expresión muy reciente, si es que no estoy en un error, y juraría que una vez algún actor dijo que a alguien se le "había ido la olla", aunque no podría jurarlo.
Aparte, el hecho de que esta teleserie esté producida en Cataluña parece que lleva a ser tendenciosos en ciertos asuntos político-futbolísticos. En esta temporada, que se desarrolla en 1949, Marcelino comenta a un vecino que el Real Madrid es el equipo del Régimen. Vaya por Dios, me dije, será por que en esos años de hambre hasta los futbolistas estaban a dieta. Pero ya estamos otra vez con lo mismo. Por supuesto, Marcelino, que es un tipo entrañable, es hincha del Atlético de Madrid, que quede claro. Lo que no saben los guionistas (y si lo saben, es para matarlos) es que en 1949 el Real Madrid pintaba muy poco en la liga. Que el Real Madrid tardó quince años en ganar una liga desde que se reanudó tars la guerra civil, y previamente no la ganaba desde la temporada 1932-33. Que los equipos que ligas más ganaron durante la autarquía fueron el Barcelona y el Valencia (3 ligas), el Atlético Aviación (2 ligas, y pasó a llamarse de nuevo Atlético de Madrid en 1947) y el Ath Bilbao (1 liga); este último, por cierto, era el equipo más querido y con más seguidores en España, como reconoció Luis María Ansón, hincha del Athletic desde entonces, y nada sospechoso de sedicionismo. En pocas palabras, si el Régimen tenía al Real Madrid como favorito, parecía disimularlo bastante. Además, como demuestra la Historia, el Real Madrid fue un club muy implicado con la República (a la derecha, su escudo entre 1931-1939), lo que causó que prácticamente todos sus jugadores fueran represaliados o tuvieran que huir de España al acabar la guerra. Que el Real Madrid no ganase ni una liga, pues, durante los años más negros de la dictadura, no así esos clubes perseguidos y acorralados por el centralismo, según reza la leyenda, no deja de ser paradójico. Además, que yo sepa, las dictaduras no escriben con renglones torcidos: si de verdad hubieran querido que un equipo hubiera ganado todas las ligas, lo habrían conseguido, sin más miramientos, como hizo Lavrenti Beria en su Georgia natal.
Así pues, por favor, dejen de hacer demagogia, déjense ya de macanas y victimismos. Y, please, que alguna vez el entrañable simpaticón de toda serie sea del Real Madrid, que también los hay, ¿eh?

lunes, 16 de junio de 2008

Difícil y complicado

No lo puedo evitar, y siento ser recurrente. Sé que el apocalipsis está a la vuelta de la esquina, y que la crisis económica nos engullirá, pero es que últimamente las patadas al lenguaje se me están haciendo insoportables. Me veo asediado por anacolutos, barbarismos, anglicismos, vulgarismos, pleonasmos y dema´s. Y quiero expresarme de nuevo.

¿Sabíais que Luis Aragonés, aparte de seleccionador, es un erudito del lenguaje? ¿Por qué lo digo? Porque sabe cosas que los demás ignoramos. Por ejemplo, cuando se le pregunta (y no "cuando es preguntado", que es moda hoy en día, y es un anglicismo flagrante) qué le parece el próximo partido, responde que es "difícil y complicado". Claro, él debe de ser el único que sabe la diferencia entre ambos términos, porque si no, no los pondría juntos. También dijo el otro día que "lo entendía y lo comprendía". Un genio. O un paladín de la redundancia, no sé. A su lado lo de subir arriba, bajar abajo, salir afuera, etcétera, son pleonasmos encantadores.

Pero no solo Aragonés patina, incluso diría que se ha pulido, pues ya no habla en tercera persona, como Julio César, una terrible moda del mundo del balompié en los 70 y 80("Qué opina del partido, Señor?" "Señor cree que el partido no se acaba hasta que pita el árbitro"); él, después de todo, tiene menos culpa que los periodistas de profesión. Los corresponsales de Cataluña en TV, por ejemplo, afirman que "hubieron tres accidentes" en un punto kilométrico; los vascos, que "si habría más lluvias", habría peligro de inundación, pues; los locutores de fútbol de Madrid exclaman ruidosamente: "¡Cómo la pegó Villa!", como si a Villa, en un arrebato de bricolaje, le hubiera dado por pegar la pelota al poste con Supergén; los levantinos siempre te instan a ir con ellos con un "ves aquí" (y yo no veo nada); se abusa del pretérito perfecto compuesto (ahora se llama así) cuando se dice en las noticias: "Ayer, un matrimonio ha tenido un accidente", cuando en realidad ayer lo tuvo; se abusa del perfecto simple (antes pretérito indefinido) en Galicia cuando se afirma: "Llegó Pepito Pérez" a alguien que acaba de llegar; se exigiría un dominio mejor del castellano, en las cadenas generalistas al menos, a los andaluces que "quedaron" algo en casa, en vez de dejarlo. Y la democracia y el igualitarismo se demuestran cuando prácticamente todos los locutores, reporteros y columnistas saben que, de todos los países del mundo, Rusia es el "más mayor", y quién sabe si el "más mejor". También una guapa periodista de La Razón, que participa en los debates matutinos de TVE1 con Pepa Bueno, es de las que te dice a las claras que te "confundistes", otro rasgo intercomunitario e igualitario. Así hasta el infinito.

Y si hablamos de los titulares periodísticos... En fin. Recuerdo un titular de un periódico regional que exponía lo siguiente: "Mató a una vecina mientras rezaba". Vamos a ver, ¿rezaba la vecina y aprovechó el asesino para apiolarla? ¿O, por el contrario, llevado por un fervor desmesurado, el asesino se puso a matar al tiempo que recitaba letanías?

Nada comparable con un titular memorable de hace años, del que me hizo partícipe mi compañero Jorge Álvarez: "Hacen prácticas cinegéticas con subnormales". La primera impresión es que, a falta de platos o pichones, unos perversos cazadores soltaron al monte a unos cuantos niños con Síndrome de Down para afinar puntería. La realidad es que unos educadores (también se les llama así, como "restauradores" a los cocineros") llevaron a estos niños a una jornada de caza para... no sé para qué, la verdad, la pedagogía moderna se me escapa con frecuencia (y eso que soy profesor, o tal vez justamente por eso), pero al menos ellos no fueron las piezas cobradas.

(Última hora: acabo de hojear el Marca, y Cristiano Ronaldo, a falta de una venda, lleva puesta una "benda"; ¿será diferente, por ser del portugués? Pero profundizar en esto sería internarse en el proceloso campo de la ortografía, y no estoy de ganas, que es fin de curso)


En memoria de Lázaro Carreter, quien sufrió tanto por nuestra lengua como José Tomás en la plaza. Y gracias a Kuro por reivindicarlo.

miércoles, 11 de junio de 2008

Solo soy un persono

Lo de las "miembras" de la ministra puede ser un desliz, no lo niego, pero admitirán que esto de la lengua políticamente correcta está llegando a unos límites cuando menos insospechados, y casi siempre ridículos. No sé por qué debemos importar siempre las ocurrencias del mundo anglosajón (me vienen a la memoria algunos eufemismos ingleses, por ejemplo los basureros son la "brigada de reubicación de residuos urbanos", o un enano pasa a ser una "persona con un reto de estatura"; Woody Allen, siempre genial, comentaba en una película que un asesino pasaba a ser una "persona con un modo de vida alternativo").
Yo creo que ya puestos, hay que hacer saltar todo por los aires. Por ejemplo, cuando el lehendakari o los sindicalistas o los profesores hablan respectivamente de los vascos y las vascas, los compañeros y las compañeras del metal, y de los alumnos y alumnas, están incurriendo en una gran falta de delicadeza, pues las damas han de ir primero, so machistas (aunque también se puede aludir que esa deferencia es un rasgo machista, claro); también si usted ve una película en blanco y negro, cuidado, porque alguien puede sentirse agraviado por ir siempre en segundo lugar, o sea que no sean racistas al postergar este color, y ojo con esa palabra tan ofensiva, "negro", que los negros usan entre ellos, pero que no admiten que la usen los blancos. Así llegamos a lo de "afroamericano"(aquí llegaremos a llamarles afrohispanos, me temo), término que detesto profundamente, y "caucasiano", término que me remite, no sé por qué, a Taras Bulba y demás líderes de tribus nómadas. No descarto que en un futuro la gente diga: "Me encantan las películas en afroamericano y caucasiano" o "¿Cómo va la selección contra Italia? "Buf, lo veo muy afroamericano" o "Luis Aragonés es el caucasiano de todas las críticas"; tendría su gracia. Ahora tomemos las catástrofes naturales, ¿por qué han de ser femeninas? En este caso, llamémoslos "los castátrofes", que son algo más masculino, es decir, más exterminador, homicida, destructor: somos así. Y así podríamos seguir hasta el fin delos tiempos (¿las tiempas?). ¿Se imaginan, por ejemplo, el comienzo de un padrenuestro políticamente correcto?

"Madre/Padre nuestr@ que estás en l@s ciel@s" (¿por qué ha de ser el cielo algo masculino?)

O un parte de guerra:

"Los soldados y las soldadas norteamericanos y nortamericanas han sido acribillados y acribilladas por los enemigos y las enemigas sediciosos y sediciosas"

Qué guay.


Vistas las cosas, y visto que la lengua solo sirve para separarnos, yo también tengo mi reivindicación: ¿por qué persona es femenino, si engloba hombres y mujeres? Yo, desde hoy, me reivindico como persono. Ahí queda eso.

A todas las personas y personos del mundo.

miércoles, 4 de junio de 2008

PSOE: Toda la verdaZ






Me ha contado un pajarito que la calle Ferraz se llamaba Ferrad antes de que ZP se convirtiera en secretario general. Nunca antes una letra (acaso con la excepción de la eñe)había imperado de tal modo en un alfabeto. Hasta creo que hay tortas por conseguir el sillón Zeta de la RAE.
Sin ir más lejos, ayer oí por la radio (yo sigo oyendo la radio, pero ahora parece que todo el mundo la “escucha”; yo creo que al oírla, escucharla va dentro del kit, pero ahora da la sensación de que la gente pega la oreja a los altavoces de la radio como si fuera un artificio misterioso a punto de deflagrar)al alcalde de Vigo, Abel Caballero, hablando de la realidaz de la ciudaz; Pepiño Blanco, ese político incatalogable que cree que fruncir el ceño, entornar los ojos y apretar los labios equivale a decir verdades como puños, sigue también la estela del presidente, dando datos de gran veracidaz y rigurosidaz, y eso que es gallego, y no leonés (me refiero a su pronunciación, quede claro). Es curioso: antes la gente se esforzaba por hablar un castellano neutro en público, y ahora la gente se esfuerza grandemente en exagerar los dejes y peculiaridades de su tierra: si no me creen, fíjense en los corresponsales de TVE en las comunidades.
Pues eso, que Zapatero está dejando su impronta en sus seguidores y correligionarios, en la dicción, pero también en la oratoria y en el lenguaje corporal. ¿Son estas buenas noticias? ¡¡Nooo!! El lenguaje corporal de ZP es similar al de una marioneta cuyas única parte articulada es el codo. ¿Es algo personal e intransferible? Tampoco. Fíjense en Touriño, en el mismo Blanco, en mi admirada y sepulcral De la Vega, incluso en Alonso, uno de mis políticos favoritos. Todos emulan la cadencia corporal del presi, esa que tanto me recuerda al hieratismo ortopédico de los Thunderbirds (¿se acuerdan?). Para ser creíble hoy en día si eres del PSOE tienes que elevar los codos a la altura de las costillas y mover los antebrazos arriba y abajo como si Mari Carmen la de los muñecos te estuviera manejando. Ay, mamá. Casi prefiero los dedos acusadores.
¿Y la oratoria? El contagio del virus Zapatero afecta a su partido de modo preocupante. Yo sospecho que ZP hablaba un ignoto lenguaje silábico de pequeño, y eso se refleja en el castellano que expresa hoy en día. Ese virus afecta, una vez más, a Pepiño Blanco (¡qué pesadez! ¿O era pesaded? Me estoy liando), a De la Vega, a Touriño, Chacón y a muchos otros, creo que casi todos a excepción de la vieja guardia y Aguilar, el apuesto canario que Soraya Sáenz de Santamaría no cambiaría por Rajoy, dixit la propia Soraya (mucho hay que mentir en política, válgame Zeus). Bendita sea la vieja guardia.
Admítanlo, zapaterómanos. Uno ve los vídeos de Guerra y González y, comparado con los oradores actuales, aquello es la Feria de Abril. Hasta Carrillo, que era lento, pot otro lado era astuto, sutil, y disparaba con bala. Hasta Fraga, incomprensible en un 70% de su discurso, transmitía emociones, o Suárez, de tendencias hieráticas asimismo, te soltaba aquella frase memorable de “todo lo posible y el 90% de lo imposible” que quedó para los anales. ZP, reconozcámoslo, es el tedio hecho plática, casi casi al nivel de los discursos institucionales del monarca, aunque eso es una marca tan difícil de batir como el de 100 metro lisos; ZP es como ver un partido de fútbol de la serie B italiana, como un concierto de digeridoo, como una película de Eric Rohmer... una pesadez, afirmo.



Y eso que en estos cuatro años de trincheras el presidente ha mejorado lo suyo: ha ido perdiendo el halo franciscano de "muérdeme, hermano lobo"; pero aún está en el “Necesita Mejorar” más que en el “Progresa Adecuadamente”. ZP precisa de diez minutos para decir “supercalifragilisticoespialidoso”. Que conste que lo digo sin maldaz, pero sin faltar a la veradidaz.
¿No hay un asesor, pues, que le asesore? ¿No se da cuenta de que si uno no se duerme con él es porque los rivales le están insultando ferozmente? ¿Por qué, entonces, no escogen otro modelo oratorio?
Yo, y creo que casi todos, optaría por el ejemplo de un hombre calvo, delgado, ágil mental y oralmente, avieso cuando es necesario, malévolo cuando se precisa, eficiente como la tecnología alemana, demoledor cuando hay que serlo, imbatible en un debate o réplica, listo como un ajo (es lo que se dice en Galicia de los listos), hábil como pocos, curtido en mil batallas. Tiene barba, es de la vieja guardia, acérrimo del Real Madrid (¡viva!) y los rivales lo temen y puede que hasta lo respeten. ¿Quién es? Sí, aquí lo tienen. ¡Oh, es él! ¡Mi héroe! No miento. Es la verdaz.

martes, 3 de junio de 2008

Un dálmata

En mi entrada sobre "Grizzly man" cargué las tintas contra aquellos que pierden el norte en lo que se refiere a los animales de compañía. Bien, reconozco que yo no estoy libre de pecado, porque yo tuve un perro, un dálmata. El que ven aquí.
Mis padres me lo compraron al acabar 8º de EGB, aunque más que mío solo, este perro se convirtió casi en patrimonio de la humanidad. Se llamaba Randa, que es "Golfo" en gallego. Yo estaba muy influenciado por la película de Disney, y leía y releía el libro de los 101 dálmatas, o sea que fue como un sueño tener uno, un cachorro de solo una semana de vida con nosotros.
Respecto a sus antecedentes familiares, tengo la sospecha de que la madre de Randa era yonqui, porque su hermano Silver era paranoico, él me temo que era impotente, y se dice que una hermana acabó en la cárcel de Yeserías. Pero Randa era una preciosidad. Al ir creciendo se fue poniendo de lo más voluminoso, lo que, sumado a su equívoco nombre, ocasionaba que algunas personas me dijeran: "Qué, ¿la perrina va a tener perrines?" Yo me subía por las paredes. Mi madre aducía que Randa era como Liz Taylor: muy guapa de cara, pero le fallaba el tipo. No le faltaba razón.

Pero el caso es que Randa, como casi todos los perros, y casi ningún gato, se distinguía por su fidelidad incondicional a la familia y todos los allegados. Él tenía una cuota de cariño con todos, y sospecho que era el peor perro guardián de Occcidente, pero todo se lo perdonábamos, porque cuando mis hermanas estudiaban largas horas para el MIR (en la foto de la izquierda sale con mi hermana Susana, allá por el año 1974 ó 1975), él iba a estudiar con ellas el timepo que fuera necesario; porque atendía largas conversaciones en la cocina con mi padre, que le contaba las novedades ponferradinas; porque mi madre y Chiru le hablaban como si fuera un bebé humano y él se mostraba comprensivo; porque me perdonaba mis ataques de ira adolescente las pocas veces que tenía que sacarlo a la calle; porque a todos daba todo sin pedir más que unas caricias, bueno... muchas caricias (era muy mimosón).

Dicen que los perros no tienen concepto del tiempo, y que en sus cerebros una hora es similar a un mes o un año. Es mentira. Cuando me separé de él por primera vez, al ir a a hacer COU en Santiago, Randa pasó semanas como un alma en pena, yendo a la puerta a esperarme. Estaba muy triste. Cuando por fin regresé en Diciembre, tras tres meses fuera, se volvió loco, como nunca lo había visto en mi vida, y, literalmente, se cagó. También unas navidades vinieron a visitarnos los familiares de Madrid (Carlos, Mari, Fran, Jose y Nenx); él, que solo los veía en verano puso cara como de Jack Nicholson en la película del cuco, y creo que también se le soltaron los esfínteres de la emoción, algo que no ocurría durante los días de verano. Por lo tanto: refutado. Los perros tienen noción de tiempo.

La cuestión era que todos hablábamos con él, y él siempre escuchaba con gran educación, sentadito y mirándote fijamente, con las orejas alerta, y como no hablaba (a menudo parecía que de un momento a otro te contestaría... pero eso le ocurre a todos los propietarios de perros), es decir, como no hablaba de política, que era la fuente de discordia de aquellos días de la Transición, todos contentos. Randa era toda una institución en la familia, de hecho debería haber salido en el libro de familia. Hasta mi abuela Mercedes, nada propensa a arrumacos, le tenía cariño a "Ran" (le llamaba así, y no había manera de cambiarlo). Solo con mi primo Fran tenía una relación ambivalente porque siempre le hacía rabiar... y le llamaba "Carracho"("Garrapata" en gallego). Sospecho que era porque ese nombre no le gustaba. Los perros también tiene su dignidad, caray.

Un once de enero de 1983 hubo un incendio en los Grandes Almacenes Bodelón, una tienda de ropa famosísima en El Bierzo que está sita en los bajos del edificio de mi casa natal. El día anterior yo me había vuelto a Santiago, a la universidad. El incendio fue aterrador, tanto que mis padres y el resto de los inquilinos tuvieron que vivir un año fuera de casa hasta que arreglaran la estructura del edificio. Con el fuego se fue la luz; Randa, que previamente había estado intentando avisar del fuego a mis padres, estaba aterrado, tanto que dio un tirón a la correa y se escapó en la oscuridad hacia los pisos de arriba. Era suicida ir por él: el fuego cortaba el paso y la situación era peligrosísima. Además, era imposible ver nada con el humo. Por fortuna, todos los inquilinos pudieron salvarse.
Al día siguiente, en el periódico se dijo que no hubo víctimas personales; únicamente un perro habíia fallecido. Era Randa. Creo que todos habríamos quemado cien veces la casa con tal de que siguiera vivo. Cuando supe la noticia me derrumbé. Era la primera vez en mi vida que lloraba la pérdida de alguien. Años antes había habido fallecimientos en el entorno familiar, como es lógico, pero un niño ve la muerte de un mayor con una lógica, descarnada frialdad. Randa hizo que me topara con el dolor real de la pérdida.

Durante años, después de esto, cuando metía la llave en la cerradura de la casa de Ponferrada, me parecía oír los pasos de Randa resbalando por las losas del pasillo, ese sonido peculiar de las uñas contra el gres. Y cuando abría la puerta, aún esperaba que se me abalanzara para recibirme, como siempre, como si hiciera mucho que no nos viéramos, con ese cariño tan sincero y tan puro que en una vida muy pocas personas pueden dar. Sé que mi postura puede parecer cobarde, pero desde aquel día decidí que nunca más me encariñaría de un perro. Es suficiente el dolor de la vida humana para añadirle el de la canina. Pero nunca lo olvidaremos.

(A Randa, que correrá como un loco por el cielo de los perros; a Elena Álvarez Amigo, por las pastas y los bizcochos de mi niñez, y sobre todo por su cariño )

domingo, 1 de junio de 2008

Caanán-Zululand

No hay nada nuevo bajo el sol. Según el libro de Jueces de la Biblia, hace más de 3000 años, en Canaán, esa Tierra Prometida que tanto prometía, pero se quedó en avispero, dos tribus, los efraimitas y los galaaditas se lanzaron a la batalla (fratricida, como todo lo de Oriente Medio). Los efraimitas llevaban las de ganar, y se apostaron a orillas del Jordán para detener a los que huían. Como eran tan similares de aspecto, no hubo más remedio que hacer hablar a los fugados para saber de qué lado estaban. Por tanto, les hacían pronunciar la palabra "shibboletz", o "sibolet", en la versión española. Los galaaditas no sabían pronuncia el sonido "sh", por lo que se delataban, y eran liquidados ipso facto. es obvio que al concepto del amor por el prójimo aún le faltaban siglos por llegar (y si no lo creen, lean el Deuteronomio).
Hoy en día, los mozambiqueños huyen del hambre y cruzan a Sudáfrica para conseguir cualquier trabajo, por mal pagado que sea. Los lugareños detienen a los sospechosos y les hacen hablar. Si su lengua no es el zulú, los matan sin contemplaciones. Se exculpan aduciendo que les quitan el trabajo. Vemos lo poco que ha cambiado la especie humana en un lapso de tiempo tan largo, observamos que las motivaciones y las reacciones a un estímulo, e incluso las disculpas, son las mismas de siempre. Vemos también que el lenguaje suele usarse como arma, más que como medio de comunicación.

Pero eso es África, y aquello era el Oriente Medio, aducirá alguno, recalcando que eso aquí no podría pasar. Cuando en Francia expulsen a magrebíes por hablar francés con acento magrebí, o, cuando aquí mismo unos exaltados enciendan la mecha y la turba se ponga a perseguir rumanos, o, sobre todo, cuando en Italia el gobierno de Berlusconi azuze a las muchedumbres para llevar a cabo el primer pogromo contra gitanos e inmigrantes cuyo mortal pecado es ser pobres, nos echaremos las manos a la cabeza. Ojo, que el fascismo avanza con pasos decididos que se van agigantando. Ahora los judíos están en Israel, pero hay muchos pueblos malditos que pueden hacer de chivos expiatorios. Pienso en Francesca, una mujer encantadora, culta, jovial y antifascista hasta la médula, una amiga italiana de mis padres, y me siento casi tan apesadumbrado como debe de estar ella, viendo la imagen troglodita de su amado país. Ojalá no crucemos nosotros esa línea.

Lo dicho: nada nuevo. Nunca aprenderemos.
Y por cierto, redundando: qué pena, lo de Italia.
(A la Italia progresista, hoy en las catacumbas y avergonzada)