
En un tiempo en que la mediocridad era moneda común en España (los 60 y los 70) había una persona en la familia que representaba algo crucial: existían otros mundos, otras mentalidades más allá de los Pirineos. Era mi tío Carlos Vázquez, un santiagués irrepetible, diferente, adorable, con aires a Charles Aznavour.

Pero aparte de sus dones musicales, Carlos era un conversador inagotable e indestructible, inasequible al desaliento, infatigable; un tipo con una mentalidad increíblemente abierta para aquella España tan pacata; un hombre que había viajado por todo el mundo y tenía anécdotas de cada rincón, anécdotas que reflejaban nuestras grandes carencias con respecto al "extranjero"; un hombre que valoraba las pequeñas cosas (las partidas de cartas, incluso los solitarios, los vinos antes de comer, las charlas con todos...) con un amor que pocas veces he visto; un hombre con una incapacidad absoluta para la resolución de asuntos prácticos, incapaz también de cuidarse de sí mismo, dejando siempre los asuntos referentes a él bajo la vigilancia intensiva de mi tía; un tipo cariñoso, que disfrutaba con la gente, y ensayaba sus coñas durante horas frente al espejo mientras se preparaba la ensaimada que disimulaba su evidente calva; un fumador impenitente al que ni siquiera arredró su infarto para desesperación de su familia... y un hombre que se enfrentó a su muerte con la mayor serenidad y valor que he conocido. Siete años antes de su fallecimiento había sufrido un infarto, y arrastraba graves problemas arteriales. Un día, las arterias le fallaron, y no hubo nada que hacer. En el cara o cruz salió cruz. Y pese a aquel infarto que había tenido, el corazón le resistió admirablemente. Lógico. Carlos tenía el corazón más grande del mundo. Todos sus sobrinos quedábamos hipnotizados con tío Carlos. Cómo lo echamos de menos, aún después de tantos años.
(A mi tío Carlos, y a mi tía Mari, que no hace mucho se volvió a reunir, por fin, con él)
1 comentario:
He leído cuatro veces esta entrada (Well, I’m biased) y creo que es imposible hacer un mejor homenaje a Pat. Gracias Mick
Wes “freak”Montgomery (SonofcarlosandMari)
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