lunes, 10 de octubre de 2011

Novatadas

Después de lograr la supresión de la mili como una conquista de los derechos civiles, librando así al ciudadano medio de las arbitrariedades tremendas y las horribles novatas, consentidas por la oficialidad; después de creer que la sociedad avanza en una dirección, y la gente aspira a que no vulneren sus derechos... Después de eso, y muchas más cosas, vemos que en los colegios mayores continúan las estúpidas novatadas, esos ritos de paso diseñados por tarados y esquizoides, por niños bien que imitan las gilipolleces supinas de las fraternities y las sororities norteamericanas, con sus ritos, sus himnos, sus imbecilidades acuñadas, jaleadas, desgraciadamente, incluso por aquellos totalmente ajenos a estos colegios pseudo-elitistas. Y algún día tenía que pasar, y pasó. Y además, resulta que uno de los afectados fue alumno mío en 2 Bachillerato. Pues que hubo una batalla entre veteranos y novatos pertenecientes al colegio mayor San Agustín de Santiago, y que a algún tarado se le ocurrió echar detergente con sosa cáustica a los ojos de algunos "rivales". Fueron tres los damnificados. Dos fueron operados de urgencia para evitar males mayores (uno de ellos mi exalumno Jacobo, que espero que esté bien). El otro creo que no tendrá tanta suerte, y llevará secuelas para toda su vida. Novatadas... qué bonita cosa, ¿verdad? ¿Pero es que nadie tiene algo de agallas y les dice que no, que se niega a someterse a vejaciones y a órdenes imbéciles? Con el libro en la mano, la novatada cruel es un delito, o sea que a la cárcel con esos tarados. Y si son tunos, pues más.

9 comentarios:

Grilo do Demo dijo...

Ya es casualidad que justo el otro día hablábamos de esto en mi clase de francés. No creo en absoluto que las novatadas en sí, el concepto de novatadas, tenga necesariamente nada de malo; otra cosa es lo sensatos que sean tanto los veteranos como los novatos.

Digo esto por dos cosas. Una, que aunque nunca fui novato ni veterano en ningún sitio, tengo varios amigos que sí (alguno fue alumno tuyo también) y les novatearon y se lo pasaron bomba. Nadie les mandaba, como decía la noticia que nos leyó el profe, desnudarse en público ni someterse a vejaciones, sino cosas como "haz como que eres Spiderman y te subes a esa pared", recitar cosas de memoria, etcétera. O jugar a juegos chorra como fútbol con monedas de céntimo arrastradas con la nariz o piedra papel tijera involving porra de papel y casco-papelera de plástico. El "castigo" más grande era una ducha fría. También era habitual que los mandaran a hacer recados para los veteranos, cumplidos los cuales solían darles una propina. Alguno salió convertido en firme defensor de las novatadas como manera de integración, porque acabas conociendo a todos y cogiendo confianza. Y al que no quería hacer algo si le parecía fuera de lugar, tampoco le ponen ninguna pistola en la cabeza. Quizá en el ejército se las gasten de otra manera, o en otros colegios, pero ninguno de mis amigos tuvo problemas.

Por otra parte, lo de novatos y veteranos en el caso que nos ocupa hoy es una excusa como cualquier otra para hacer una pelea de huevos. Si no fuera así, bien podría haber sido un colegio contra otro, chicos contra chicas, ingenieros contra periodistas o cualquier mamonada. Y si a ese imbécil no se le hubiera ocurrido empezar a echar sosa, nada habría pasado, pero podría habérsele ocurrido cualquier otra gilipollez aunque no se estuvieran tirando huevos y acabar igual de mal sin necesidad del contexto de las novatadas. Por ejemplo, cuando hay muchos jóvenes en una habitación y uno se duerme siempre hay otro/s que le echa/n espuma de afeitar por encima o lo que sea; llega el imbécil de la sosa y...

Todo depende de la sensatez de la gente. Las novatadas ni tienen por qué ser vejatorias ni por qué acabar con accidentados.

Anónimo dijo...

Insisto: habitualmente en las novatadas hay un grado de sadismo considerable, un sadismo latente en muchos casos, y expreso en otros.

Anónimo dijo...

He de decir que siempre fuí muy "por libre " como se suele decir y nunca me sentí identificada ni con grupos ni con con himnos ni con banderas ni con religiones, ni con "manadas " como puede ser este caso. He de decir también que nunca tuve la mala suerte que tuvieron estos pobres chavales de toparme con un grupo de niñatos/as que no miden el alcance de sus actos.Tampoco - y soy madre- me vi en el caso de que mi hija universitaria llegara a casa con la cara quemada por una novatada. RECHAZO enérgicamente cualquier tipo de novatada, me parece que el único fin de las mismas es la humillación y por ahí sí que no paso.

Enzo dijo...

Hola, Miguel.
Fui alumno tuyo en la ESO, y tiempo despues fui colegial del Diego de Covarrubias, en Madrid. Hace tres anhos que sali de ese colegio, aunque aun paso por alli con frecuencia.
Como novato, despues de una reaccion inicial negativa, acabe pasando por el aro, por decirlo asi. Y no me arrepiento. Fue una epoca maravillosa, en la que conoci a los que ahora son grandisimos amigos, y participe en gran numero de bobadas (no dejan de ser bobadas) divertidisimas.
Como veterano (con 20 anhos), siempre intente que los novatos aprendieran de mi el estilo de vida colegial (que en si, da para otro articulo) y otras cosas que yo considero importantes para la convivencia. Ademas, por supuesto, de "obligarles" a hacer el capullo: que aprendieran canciones, que representaran obras de teatro improvisadas, que se presentaran a todas las chicas de las discotecas, que se aprendieran mi nombre y otros datos... En general, cosas bastante poco nocivas.
El problema, evidentemente, es cuando, en este contexto, alguien se cree con el poder absoluto y lo ejerce sobre los novatos. Es entonces cuando nos encontramos con abusos, con acoso, con llamadas de padres indignados al colegio y con apercibimientos. Eso es, cuando hay alguien que se pasa ese alguien facilmente puede acabar en la calle, y por motivos mucho menos importantes que el desafortunado incidente que relatas.
Una cosa que poca gente sabe es que en muchos Colegios Mayores los miembros de Direccion, con la salvedad del director, son colegiales como los demas, que disfrutan de una beca concreta. Por tanto, han sufrido novatadas y muy probablemente las han dispensado tambien. Son perfectamente conocedores de la realidad del Colegio y de lo que sienten los novatos. Os puedo asegurar que los Jefes de Estudios que yo he conocido se preocupaban sobremanera por el bienestar de esos novatos... y es verdad que una ducha fria no te va a matar.

Hay mucho que hablar al respecto. Yo quiero que quede constancia de que las novatadas como son hoy dia no son como las que vivieron los que hicieron la mili, y que los tarados son tarados independientemente de que existan novatadas. Yo recuerdo con mucho carinho mis novatadas, y tengo muy buenos amigos que me novatearon o que fueron novateados por mi. Al final, se trata de otra cosa que requiere madurez de uno.

Espero que esos chicos se recuperen.

Covarrubias, siempre adelante!

Anónimo dijo...

Enzo, me vas a perdonar, pero lo que es "nocivo" o no lo determina la persona que sufre la novatada, no el que la hace.

Cada persona tiene una tolerancia a las bromas diferente y cualquiera que haya pasado por una residencia o colegio mayor sabe que la cosa no pasa por "si quieres las aceptas y si no, no". Si no aceptas la novatada de turno, te gastan una peor, por elemento subversivo.

Estoy completamente de acuerdo con el anónimo anterior. La etapa universitaria en la mente de muchos está considerada como algo maravilloso por lo que es y cómo y dónde se vive, no por las novatadas en sí. La excusa de la integración y rito iniciático ("es que yo también las sufrí y sigo vivo") no es más que una manera de justificar las ganas de humillar, en diferentes grados, a otros. Todos hemos empezado diferentes etapas en nuestras vidas y no hemos necesitado, creo yo, de ningún tipo de broma de mal gusto para integrarnos. Joer, que la vida ya nos da los palos suficientes como para tener que aguantar estas cosas. Es más, en mi época universitaria conocí a un par de personas, tímidas e introvertidas, para las cuales el ridículo público al que los sometían con las novatadas era una losa demasiado pesada. Y ninguno de los veteranos supo apreciar eso, ellos seguían a los suyo (por favor, no me hables de madurez y límites en este caso, o de casos particulares, que todos sabemos qué se cuece cuando uno está dándolo todo haciendo que un novato las pase canutas).

Y, qué narices, ni yo ni nadie tiene que soportar que cuatro bestias pardas te gasten bromas de ningún tipo, ni nocivas ni no nocivas. Una ducha fría no me va a matar, evidentemente, pero no me sale de las narices dármela porque a ti te dé la gana. Tampoco quiero que me cambien los muebles de mi habitación de sitio, que hurguen en mi ropa interior o que me obliguen a ir a clase en pijama, por ejemplo. Siguiendo tu regla de tres, ¿por qué no puedo ponerle pegamento en la silla a mi compañero de trabajo nuevo? ¿O darle una colleja a mi nueva compañera de clase, si eso no la va a matar? Es solo mi manera de darles la bienvenida... y es una salida de tono aquí, en la China popular, en la universidad y en el trabajo.

Las novatadas deberían estar prohibidas y castigadas. Suena duro, pero es así. Ahora me dirás que por culpa de dos que se pasaron y blablá. Por culpa de dos que se pasaron, unos chicos están en el hospital. Y eso no es algo de ahora. En todas las generaciones ha habido esas "excepciones".

Anónimo dijo...

Insisto, que NO, que no paso por ningún aro y no tengo por qué hacerlo. Que si me quiero untar la cara de Nocilla o ducharme en agua fría será porque yo quiero pero no como burla y escarnio y para chanzas de otros mientras lo estoy pasando yo fatal. NO,NO y NO, perdóneseme la vehemencia. Voy a contar una anécdota que me pasó en mi primer año en la Universidad y que me hizo sentir muy, muy mal. Un bedel de cierta edad (nunca se me olvidará su cara ni su porte hierático, era además un hombre muy alto)se subió a la palestra a borrar el encerado (entonces había tiza ) y un grupo de "universitarios " de 18-20 años le aplaudió. Creí morir de vergüenza: le aplaudían a un hombre por hacer su trabajo unos XXXX universitarios ( a los que se le presuponen ciertas cualidades). Eso fue una humillación , ese hombre estaba haciendo su trabajo que no era ni más ni menos que otro trabjao culaquiera. Esos se llama vejación.
Seguro que Miguel recordará también esa "anécdota ".

Anónimo dijo...

Otra cosa a tener en cuenta : todos los maltratadores fueron a su vez maltratados.

Anónimo dijo...

Pues no recuerdo la anécdota, pero sé que me parecería realmente asquerosa. Y sí que estoy de acuerdo con lo de los maltratadores: al final haces lo que aprendes.

Anónimo dijo...

A los novatos del San Agustín los cegaron novatas de Barroso. Para hablar, y sobretodo para acusar de algo asi, hay que informarse primero.