domingo, 30 de octubre de 2011

Histórico promotor de las escuelas de idiomas

La única frase famosa de Carlos I de España y V de Alemania fue esa en que afirmaba que, según con quien hablaba, cambiaba la lengua que utilizaba. Esto demuestra que era muy polígono, es decir, que hablaba muchas lenguas. En su famoso adagio decía que, para hablar con los hombres, el idioma ideal era el francés; con las mujeres, el italiano; con Dios, el español; y con los caballos, el alemán, que era su lengua natal. Nadie nunca ha hecho tanto por la promoción de las escuelas de idiomas como Carlos I. Nótese, dicho sea de paso,  que en ese tiempo, el inglés, ni nombrarlo: para Carlos I debía de ser la lengua con que te dirigías a los invertebrados. Habría que ser muy rey, tener mucho poder, y toneladas de cuajo para hacer tales afirmaciones en estos tiempos de pensamiento y lengua políticamente correctos. Ciñéndonos al tiempo que vivimos, imaginemos el discurso de Navidad de Juan Carlos I refiriéndose a las lenguas principales habladas en su reino:
"... y seguid laborando con denuedo, haciendo que vuestro país se engrandezca cada día. Y, por cierto, recordad el consejo de la Casa Real, que si queréis hablar con las mujeres, debéis usar el ..........; si con hombres, el .........; si con Dios, el ..............; y si con caballos, mascotas o demás animales a la doméstica usanza, el ............... ."

   Al menos sería el único mensaje de Navidad divertido y polémico en toda la historia. Yo solo me pregunto a qué lengua peninsular le tocarían los caballos, mulas, iguanas y demás. Buf, vaya lío.

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