viernes, 16 de abril de 2010

Cuando McCartney no murió



Si la portada de Sargent Pepper's marcó un antes y un después en el diseño de los álbumes, la de Abbey Road se hizo famosa por otras razones diferentes, inherentes a la beatlemanía, esa loca religión que presuponía que The Beatles iban dejando miguitas de pan para que sus fans encontrasen la casita de chocolate. Lo cual era totalmente falso. Nunca un grupo de música desató tantas polémicas, ni tan paranormales como los de Liverpool.
El caso es que en 1966 surgió la leyenda urbana de la muerte de McCartney, tras la cual, según decían, sus compañeros habían contratado a un doble (!). En la canción A day in the life, publicada en 1967, en Sargent Pepper's, Lennon ironiza sobre esto, diciendo : " Leí las noticias sobre un hombre que llegó al éxito, y aunque las noticias eran tristes, no pude evitar reírme cuando vi la fotografía". La muerte supuesta de McCartney era rastreada en toda canción por los fans. Y con la portada de Abbey Road la cosa llegó al paroxismo, a un paroxismo que ni Iker Jiménez. En ella, la más parodiada de la historia junto con Sargent Pepper's, se ve a los cuatro beatles cruzando el legendario paso de cebra de la calle Abbey Road, al lado del estudio Apple. Según las teorías conspirativas, Lennon iba de blanco porque era el sacerdote; Ringo, de luto por ser amigo del difunto; Harrison, con ropa informal porque era el enterrador; y finalmente, McCartney iba descalzo y a paso cambiado, lo que implicaba que era el muerto (!!). Sí, porque en algunas culturas se entierra a los muertos descalzos, y además, su índice señala al suelo, lo que implica su relación con el submundo. Y la cosa no queda ahí: hay un Escarabajo Volkswagen en la portada, cuya matrícula es LMW28IF, prueba concluyente de su muerte, ya que de estar vivo en 1969, McCartney tendría 28 años. De ahí el "28 IF he was alive" (!!!)... aparte que los escarabajos son seres que participan de los ultraterrenal, al vivir entre suelo y subsuelo. Bueno, y hasta creo que un investigador llegó a encontrar en las ramas del árbol una cabeza de angelito con el rostro de McCartney, o sea que no os digo más.
De ser cierto todo esto, ese doble que contrataron y que cantaba igual que Paul, habría compuesto Oh Darling, Hey Jude, Let it be, The long and winding road, The fool on the hill, She's leaving home, Lady Madonna y una porrada de canciones legendarias más, o sea que, ¿quién quería al otro McCartney? Lo único cierto es que los discos de los Beatles aún hoy en día son un gran material para elaborar teorías. Baste poner I am the walrus para que algún pirado diga que en esa canción se demuestra la existencia de universos paralelos, o refuta el principio de indeterminación de Heisenberg. Creo que voy a ponerla. Es una genialidad, es el inicio del pop psicodélico. Pero esta es de Lennon, que, como sabéis, está en realidad vivo, en la Isla de Cocos, y comparte hotel con Elvis, Marilyn Monroe, Walt Disney y Michael Jackson.

1 comentario:

Sanny dijo...

Lo que se esconde detrás de una portada, los beatles nunca dejarán de sorprenderme!
Creo con todas sus curiosidades se podría llegar a hacer un programa entero de Cuarto milenio...

Sandra 4ºA