sábado, 15 de marzo de 2008

Colateral: coyotes



"Pequeños momentos memorables en la historia del cine"



El hecho de que actúe Tom Cruise en una película suele ser para mí razón suficiente para no ir a verla. Sin embargo, accedí a ver la película "Colateral" por sus buenas críticas. Y debo confesar que vi al mejor Tom Cruise posible en este mundo.

De la película, quedan para el recuerdo la frialdad del personaje de Tom Cruise, asesino a sueldo muy profesional, y la breve pero intensa aparición de Javier Bardem. Pero, por encima de todo, hay una escena que se me ha quedado grabada por su condición, digamos, onírica.

Tom Cruise navega por Los Angeles en un taxi. El taxista ha sido secuestrado por él para el fin de llevarlo a diversas direcciones y cumplir con sus letales encargos. El taxista sabe que cuando acabe la noche morirá, por lo que su estado de ánimo no es precisamente jubiloso. Pero en un instante, viajando por Koreatown, hace su aparición un coyote en medio de la carretera. Ambos personajes se le quedan mirando, perdido y confuso en la megalópolis, y ambos, por un segundo, comparten algo: una ilusión, un sueño, una solidaridad o una admiración por el coyote. Esas sonrisas de los protagonistas proporcionan un instante de emoción difícil de definir y, por ende, memorable. Por alguna razón me viene a la mente la escena del tigre en "Apocalypse Now!", también con un gran componente onírico. Los animales fueron creados para que podamos crear símbolos.

El coyote, además, es una animal totémico en Mesoamérica. Su carácter esquivo, su inteligencia destacable, su fealdad directamente proporcional a su astucia (no es tan horrible como el licaón o el chacal, que parecen leprosos, pero un lobo parece un modelo de Gucci al lado de un coyote), su intangibilidad, hacen de él un animal tan misterioso como la lengua de los navajos.
Por eso en la famosa serie de dibujos animados era el Coyote quien construía extraordinarios artilugios marca Acme a fin de atrapar a su estúpido antagonista, el Correcaminos, un ave (gilipollas, como todas las aves) cuya única virtud es la velocidad bip-bip, y que siempre acaba frustrando a un brillante Coyote que acaba cayendo en los abismos del Gran Cañón. De pequeño rogaba por que un día el Coyote capturara al puñetero Correcaminos y se lo zampara. Nunca tanto esfuerzo fue tan poco valorado. Al final, es más posible que sea el veloz Correcaminos de pocas luces quien se zampe al inteligente Coyote. Y esto, no sé por qué, me hace pensar en Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre. Pongan ustedes la etiqueta coyotesca o correcaminera a quien les parezca.
En fin, creo que ese odio al Correcaminos es compartido por mi generación (al menos Félix Romeo piensa lo mismo que yo). pero, a lo que íbamos al principio: vean la película "Colateral", pues creo que merece la pena, y fíjense en ese pequeño momento memorable. No se arrepentirán.
Hasta pronto
Bip-bip

1 comentario:

Hausdorff dijo...

Mmmm.... "Collateral"...

Recuerdo haberla visto yo solo en el cine en 2004, pues nadie quería venir a verla conmigo por el motivo TC (que yo comparto), pero me daba la impresión de que iba a valer la pena.

Y así fue, aunque Michael Mann es tan irregular como el pobre Brian de Palma, salí del cine contento por haber visto una especie de thriller negro y oscuro (como a mi me gustan!!) que por aquí pasó sin mucha gloria...

Recordar también a Jamie Foxx, el taxista, en el que para mi es su mejor papel, mejor todavía que el de "Ray" (aunque lo nominaron al Oscar por los dos, lo ganó por este último).

Una buena película, unas buenas interpretaciones, un bonito coyote XD