miércoles, 15 de diciembre de 2010

El espíritu de navidad y los documentales de Disney



Hace muchos, muchos años, siempre ponían en la tele, durante las fechas navideñas, películas ñoñas con doblaje mexicano en las que los niños americanitos no sabían lo que era el "espíritu de navidad". Los niños se solían llamar Wally o Artie, y también solían tener un perro entrañable que se podía llamar Spotty o Darky (gracias por el nombre, Fernando). Al final de la película, los niños comprendían que la navidad era un tiempo de ayudar a los demás, de poner un pobre a la mesa, vaya, y los niños, como colofón, decían a sus papis: "Papis, ya entendimos lo que significa el espíritu de navidad" (esto pronunciado con acento del D.F., un poquillo empalagoso, por qué no decirlo). Sus papis les sonreían beatíficamente, por supuesto.
Yo percibía que del espíritu de navidad de Cincinatti o Cleveland al espíritu homónimo de Ponferrada o Valdemorillo de la Sierra había un abismo insondable. Porque para mí el espíritu de navidad consistía en comer como un oso en primavera, salir por ahí a pasármelo bien y esperar con ansia los regalos. Nada de intenciones trascendentes, nada de filantropía, todo de turrón, sidra El Gaitero y lo que hubiera. O sea que aquí era un espíritu excesivo (y sigue siendo), de ostentación, dipsomanía, gula, desenfreno y pereza. También había ira, sobre todo en las reuniones familiares. Codicia, no mucha, a no ser por los regalos. Y envidia... también de los regalos que recibían algunos suertudos (maldito Gonzalo: ¡tenía todos los Madelman!). O sea, que la navidad hispana ha sido siempre una amalgama brutal de todos los pecados capitales.
Volviendo a aquel acento hispano tan cercano a los de mi generación, creo que éste llegaba al paroxismo en un programa en especial: El Mágico Mundo de Disney. Este programa era como la lotería: podían tocarte dibujos animados (casi nunca), documentales científicos (prácticamente nunca) o documentales sobre la naturaleza (casi siempre) o de otra cosa que no recuerdo ahora. La decepción era suma, por supuesto: cuando decían "Desde el mundo de la naturalesa..." te invadía el mismo pesar que cuando ponían los dibujos animados que acababan con Koniec. Por alguna razón todos estos documentales empezaban así: Un niño llamado Sammy (o Bill, o Zach...) camina por la campiña. El que más recuerdo era más o menos así (debe leerse con acento mexicano, si no, no tiene gracia):
Un día Sammy camina por la campiña cuando de repente ve un zorrillo (yo esperaba ver un zorro, pero era una mofeta). Sammy dice: "¡Ven aquí, sorrilo, seremos muyyyy amiiigos!". Pero el zorrillo
se escabulle entre los arbustos. "¡Sorrillo, ven, no me dejes solo: te daré comida, te daré malteados!" (¿qué demonios eran los malteados esos?) . Al final, el sorrillo, harto de la brasa de Sammy, accede a ir con él.
Lo lleva a su casa y cuida de él bajo la, cómo no, beatífica mirada de sus papis: incluso le hace una cama con frasada y todo. Pero un día Sammy sabe que deberá dejar al zorrillo en libertad. Sammy libera a la mofeta (que previamente le tiró a la familia un par de cuescos que casi los mata, aunque todos ríen la gracia, cómo no, beatíficamente), y echa unas lagrimitas. El papi le pone la mano en el hombro y dice, con voz profunda: "Vamos, hijito, el sorrillo debe ir con su propia familia". Y Sammy se despide diciéndole: "¡Adiós, sorrillo, pronto nos volveremos a ver".
Pues así eran. Una sobredosis de azúcares sólo superada por Los Walton, Mis adorables sobrinos y La casa de la pradera.

1 comentario:

pedro dijo...

Tal cual, lo has clavado.

Ayer dieron la noticia de la muerte de Blake Edwards. Asi a bote pronto lo primero que me viene a la cabeza es la escena inicial de "el guateque" con uno de mis mejores recuerdos de infancia: el extra indio (Peter Sellers) que se niega a morir; luego es ese misma pelicula el gag continuado de la fiesta es buenisimo. Otra muy simpatica y que yo asocio a las navidades es "La carrera del siglo", con un actor muy bueno: Tony Curtis (hace poco han puesto en tve "los vikingos" junto a kirk douglas)

Sin embargo creo que todos los cinefilos tienen una pelicula en la cabeza y sobre todo por una cancion: Moon River (Desayuno con diamentes) con Audrey Hepburn interpretándola en una ventana.

La primera pelicula de la serie de la Pantera Rosa tambien es de B. Edwards y es muy buena. Por cierto que la musica (el tema principal)de ambas es de H. Mancini.

En general se asocia a B. Edwards con la comedia pero tiene un drama "Dias de vino y rosas" de los de aupa. Jack Lemmon
hace un papelon, y este si que es uno de los grandes, eso sino puedo dejar de decir que J. Lemmon y T. Curtis mas Marilyn Monroe protagonizan una de las mejores peliculas de la historia del cine: Con faldas y a lo loco de B. Wilder .... !!!joer mejor lo dejo ya porque me estoy pasando!!!)