martes, 21 de diciembre de 2010

El profe, el alumno y el jamón


Un profesor de Cádiz apellidado Reyes fue denunciado por la madre de un alumno. Esto no sería tan raro si no fuera por la causa: el adorado, delicioso y grasiento jamón nacional. Resulta que el profesor hablaba sobre las distintas temperaturas existentes en el país, y su relación con la altura. Y de paso que hablaba de altura, precisó que los lugares altos y secos, como por ejemplo Trévelez (el pueblo más alto de España) eran propicios para curar el jamón. Pues ahí fue donde el alumno se indignó: debido a su religión, la mera mención del jamón le resultaba ofensiva, y conminó al profesor a que no nombrara más chacinas o similares. Parece que el profesor se rebotó (yo también me habría rebotado) , según su propia versión, y le dio cinco argumentos al alumno, más o menos que él no era quién para decirle que hablara o no de algo, que se adecuara al resto de sus compañeros, y que si no le gustaba la enseñanza del centro, podía irse a otro si quería. Según la versión de la madre denunciante, el profe le dijo a su hijo que se volviera a su país si no le gustaba el jamón o lo que fuera. El caso es que la federación musulmana considera que la demanda es una pura tontería, aunque el sambenito de xenófobo o racista que le va a caer al profe a lo mejor no se despacha tan pronto. Lo único bueno de esto para el profesor es que desde Trévelez se han apresurado en mandarle un jamón de regalo. Lo malo es que acabaremos como en Gran Bretaña, donde hace ya años una profesora autocensuró el cuento de Los Tres Cerditos por si ofendía a sus alumnos musulmanes. Bueno, la madre de este niño musulmán gaditano probablemente se ofendería. No quiero ni imaginarme qué ocurrirá cuando en Historia toque el tema de la reconquista, o las cruzadas. Va a arder... ¿Troya? ¿Jerusalén? ¿Santiago? ¿Trévelez? No lo sé, pero algo arderá, porque es tan fácil accionar la espoleta...

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