jueves, 25 de febrero de 2010

Hoy me siento... gallego

¿Hoy me siento rock, o disco, o pop? No, hoy me siento gallego, en lo peor de su acepción. Gracias Rosa Díez, gracias Rosa de España, por haber perdido miles de votos en esta comunidad. Hay que ser muy lerdo, como esta mujercilla (lo dijo por su exiguo tamaño, no por el de su boca, que suelta lindezas a tutiplén), para decir esas tonterías. Que yo sepa, las acepciones de la RAE definen "gallego" como "natural de Galicia", "perteneciente a esta comunidad autónoma" como "un viento del noroeste" o como la "lengua de los gallegos"; hay que irse a Costa Rica para encontrar que gallego es sinónimo de tonto, pero me parece que Rosa Díez no es costarricense. Por lo tanto, ¿cuál es la peor acepción de ser gallego? ¿Ser de Galicia? ¿Ser un viento? Según ella, pues, Zapatero es casi un viento y Rajoy es, definitivamente, un viento. Según los estereotipos autonómicos, el gallego es un ser ladino, poco claro, esquivo y desconfiado Los tiros podrían haber ido por ahí,; sin embargo, me parece que no.
A Rosa Díez, cuya facundia y facultad de desbarrar son paralelamente inmensas, le traicionó el subconsciente, dado que en su tierra natal, el País Vasco, y también en Navarra, "gallego" sí es un término despectivo, y en sectores nacionalistas y batasunos es una palabra emparentada con términos tan despectivos como "maketo" o directamente "txakurra", dado el alto número de guardias civiles gallegos que fueron destinados al País Vasco, y dado también el gran número de obreros poco cualificados que fueron a parar a sus fábricas. Esa xenofobia se mama en una sociedad cerrada como esta.
¿Cómo le sentaría a Rosa Díez que dijeran de ella, por ejemplo que es vasca en el peor sentido de la palabra? Busquen las peores acepciones de los estereotipos del vasco y pueden quedarse asustados. Una de ellas (como todos los estereotipos, incluso los de los gallegos, no son verdades científicas) consiste en su falta de inteligencia.

1 comentario:

Jane Doe dijo...

A ver, no es que le falte inteligencia. La tiene toda guardada en un cajón, no la usa nunca.