viernes, 15 de abril de 2011

El humor florece en cualquier sitio


Ayer recordé un par de chistes rusos, o, mejor dicho, soviéticos, pues eran chistes que circulaban en la época del Telón de Acero (como curiosidad, diré que la expresión "Telón de Acero" la acuñó Churchill, aunque en realidad, ese telón era de hierro: "The Iron Curtain"). Los chistes venían en un libro que tenía mi hermano, creo que lo compró en 1980, cuando aún existía el régimen soviético en la Europa del Este, y que dejó a alguien y como suele suceder, no lo volvió a ver. Pensando en esto, me vinieron a la mente otros chistes, otras bromas que florecieron en lugares tan inesperados como los campos de exterminio nazis o los refugios antiaéreos de la Alemania nazi casi derrotada. Sí, el humor no es accesorio, sino necesario. El humor es un arma que sirve para matar o amenguar la angustia, y además es un rasgo de inteligencia. Yo desconfío de la gente que carece de sentido del humor... aunque, curiosamente, mucha gente cree que yo carezco de él, sobre todo donde trabajo.
Los chistes en cuestión eran así.
Primero:
En una alocución radiofónica, Stalin dice: "No seré feliz hasta que todos los ciudadanos soviéticos tengan su propio coche". Al día siguiente, un policía secreto va por la calle y le pregunta a un hombre: "Oiga, camarada, ¿usted tiene coche?". El camarada responde que no, y acto seguido se lleva un sopapo por parte del policía: "¡Imbécil! ¡Estás haciendo infeliz al padrecito Stalin!"
Segundo:
Nikita Krushev (o Jrushov, o como demonios lo escriban ahora) intenta seducir a la bailarina más bella del Bolshoi, pero ella rechaza sus intentos. Pero el líder insiste, e insiste en lograr su amor, o más bien su cuerpo, y es tal su insistencia que la bailarina le dice: "De acuerdo, dejaré que me seduzcas, pero con una condición". El líder le pregunta cuál es esa condición. La bailarina responde: "Que derribes el Muro de Berlín y permitas que los ciudadanos soviéticos puedan viajar a Occidente sin trabas". Krushev sonríe, encandilado: "Ah, pillina: tú lo que quieres es que nos quedemos solos..."

La parte oscura del primer chiste es la siguiente: seguro que si sorprendían a alguien contándolo, a esa persona le esperarían, como mínimo, unas largas vacaciones en al gún campo de trabajo del Círculo Polar Ártico.

3 comentarios:

pedro dijo...

Pues si es curioso que en las peores situaciones aparece el humor, son muy populares los chistes cubanos y los que mejor lo cuentan son los propios compatriotas de Fidel, los chistes de judios (me refiero a los actuales) tambien son bastante populares, aunque ahora que lo pienso no me suenan los chistes sobre el islam contados por los mismos seguidores. ¿Existiran?

Seguro que hay algun estudio sobre los diferentes sentidos del humor en distintas situaciones politicas complicadas.

M. dijo...

Miguel, escucha The Tallest Man on Earth, con un poco de suerte te encantará.
Mi favorita por ahora es The wind HUnt, por si quieres empezar por ahí

Anónimo dijo...

Oye, M: muy bueno The Tallest... Muchas gracias: ya he pedido el disco.
Miguel