domingo, 23 de junio de 2013

Anatolio


Anatolio es hoy en día un nombre improbable. Más probables son Kevin Christian, Yoelvis o MC (emsí). Por eso estoy seguro de que al nacer hubo prodigios en el cielo, y su niñez está salpicada de hechos milagrosos (por ejemplo, portarse bien en clase). Porque Anatolio Alonso, número uno en la selectividad de la Comunidad de Madrid, es mi héroe: no sólo excedió al resto en calificaciones, sino que además, por propia elección (renunciando al "bachillerato de excelencia" por discrepancias con sus objetivos y métodos), estudió en un centro público, y, una vez conseguida la hazaña, se puso la camiseta de la Marea Verde. Anatolio podría ser un símbolo, un icono, un lema futuro, una esperanza cuando nuestra enseñanza pública se convierta en pura beneficencia para los desdichados de la vida. Anatolio ha hecho por la enseñanza pública lo que no hizo, hace o hará nunca el ministro de Incultura, Ignacio Wert, un ser a medias entre lo humano y los múridos. Gracias, Anatolio. Tu nombre suena a Turquía, que es donde aconteció la Guerra de Troya. Aguanta, troyano, los embates de los griegos, que por una vez son los malos.

1 comentario:

Mondoxíbaro dijo...

Os seus pais, que tiveron xa a visión ao poñer como Anatolio, todo un símbolo de que o rapaz non ía a psar desapercibido, e por méritos propios :)

Agora, si en serio, gústame moito, que ainda haxa mozos con ética na mollera, e non me importaría que dito rapaz fora político, ao menos, teremos alguén que vaia a pena