domingo, 23 de enero de 2011

Sigue la polémica del tabaco

Una cosa es que haya dejado de fumar, y que me haya ganado el desprecio de mis primos Freak y Todd (lo soportaré: compraré libros de autoayuda de Paulo Coelho... Mejor no. Lo soportaré a secas), y otra es que yo ahora me convierta en martillo de herejes y converso a lo San Pablo, que pasó de perseguir cristianos a promocionarlos, y todo porque un día se cayó de un burro camino a Damasco, o a lo Jiménez Losantos o Pío Moa, adalides del fascismo moderno, que fueron respectivamente maoísta y trotskista. Acabo de leer el artículo habitual de Javier Marías en el Semanal de El País. El tío está furibundo, y no deja títere con cabeza, porque, al fin y al cabo, ¿no es cierto que debería haber bares, cafés o lo que sea donde los fumadores hagan lo que más les gusta, que es fumar, con la anuencia tanto del propietario del local como de los que en él trabajan? ¿Por qué no hay agallas y se cierran el Burger King y MacDonalds, ya que tanto nos interesa la salud? Marías carga contra Pajín y Zapatero, los acusa de fascistoides por fomentar la delación, que es la cosa más fea que hay, y ahí tiene toda la razón. La salud es otra religión dictatorial disfrazada de buen rollito, y ahora te obligan a estar sano, lo quieras o no: yo creo que es mejor fumar que leer a Paulo Coelho, que conste.
Pienso que esto sólo acaba de empezar, y en poco tiempo el objetivo será el alcohol. Los bares serán un lugar donde únicamente se consuman refrescos, eso hasta que los dentistas adviertan de cómo estropean el esmalte. Adiós a la industria vitivinícola. Y así, España perderá uno de sus mejores inventos (que, increíblemente no ha conseguido exportar): el bar de abajo. Ya nadie irá al bar de abajo, porque un bar sin tabaco ya es cosa rara, pero sin alcohol, deja de ser bar para transformarse en el salón-comedor de las series de Disney Channel. Ojo, talibanes de la salud: si nos quedamos sin bares, cafeterías y pubs, sin duda nos quedaremos sin turismo, y sin turismo sólo nos quedará volver a la construcción salvaje, y alicatar las carballeiras que aún quedan por estos lares (¿o debía decir "bares"?). Lo sé, me pongo apocalíptico. Qué lástima. Vamos a convertirnos en Bélgica si seguimos así.

7 comentarios:

Grilo do Demo dijo...

Ah no no no, eso no es así. Bueno, en lo que estaban pensando cuando hicieron la ley no lo sé, pero hay una cosa muy importante que diferencia al tabaco (y todo lo que se fume) del alcohol, las hamburguesas y lo demás. Si yo me como una hamburguesa de rata podrida, me la como yo. Si soy muy patoso igual salpico al de enfrente con el ketchup, pero no es lo habitual. Si me bebo el licor de hierbas a calderos, la moña es mía y la resaca mortal también; las vomitonas en la vía pública en este caso son quizá más habituales que las salpicaduras de ketchup en el otro, pero aun así, no todo el que bebe alcohol (ni siquiera un gran porcentaje) acaba echando los higadillos. Pero, y aquí está el asunto, si medio bar fuma, el otro también está fumando aunque no quiera, y me importa un rábano la salud de la mitad que fuma, y de hecho me importa otro rábano la salud de la mitad que no fuma menos uno, que soy yo. Nadie se lleva mis resacas a su casa. Nadie se lleva mi colesterol en sus venas. Por tanto, no veo por qué narices me tengo que llevar la tos del prójimo, o mejor dicho los estornudos y la moquera, que es lo que me produce a mí el humo del tabaco, y en menor medida (pero que no debería ser menor, debería ser cero) el picor de ojos. Ni por qué tengo que lavarme el pelo y el jersey cada vez que vengo de los pubs para quitarles el olor apestoso, que además me persigue porque el jersey me lo puedo quitar pero el pelo no. Eso es lo que (warning: bucle ahead) muchos fumadores no acaban de entender, y que yo no entiendo cómo puede ser tan difícil de entender.

Grilo do Demo dijo...

En lo de la delación y todo eso no entro porque no sé muy bien de qué va exactamente. ¿Qué pasa en Bélgica?

miguel otero dijo...

En Bélgica no pasa nada especial: simplemente es un país aburridísimo. Acerca de la comida basura: uno de los argumentos sobre la prohibición del tabaco es el gasto que supone a la sanidad, por lo que esas hamburguesas, esa comida basura supone también un gran problema sanitario (España, a la cabeza de la obesidad infantil en Europa, y nadie hace nada). Y acerca de lo de los bares, yo hablo de bares a los que sólo vayan fumadores, de manera que si un no fumador va, ya sabe a lo que se expone. Y lo del alcohol, tú espera, que ya verás cómo cambian las cosas, que al fin y al cabo es una droga dura.

pedro dijo...

Yo estoy de acuerdo con J. Marias.
Y la ley me parece lamentable en el sentido de que impone una norma en un negocio privado al que accede quien quiere. Si ademas se tiene en cuenta el gasto que hicieron todos aquellos hosteleros con locales grandes para cumplir la ley anterior, me parece peor aun. Hubiera bastado con hacer cumplir la ley anterior, pero claro eso hubiese sido demasiado costoso, y no me refiero tanto al dinero como a la imagen.

Y de Pajin, mejor no decir nada.

En todo caso, esto me recuerda a la ley seca, garitos ilegales, ametralladoras ... y sobre todo a la escena de una famosa pelicula:

“Pongo a Dios por testigo… Dios es mi testigo: no me vencerán. Sobreviviré a esto y, cuando haya terminado, ni yo ni ninguno de los míos volveremos a pasar hambre. Aunque tenga que mentir, robar o matar, pongo a Dios por testigo de que nunca volveré a pasar hambre.”

Hambre de tabaco, por supuesto.

Anónimo dijo...

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Otros/humos/elpepuopi/20110124elpepiopi_9/Tes

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Grilo do Demo. En los Juzgados de Violencia de Género están aburridos de ver a mujeres haciendo cola para denunciar que el pelo les huele a tabaco después de haberlo lavado con Sunsilk, cuando el animal de su pareja se fumó en la cocina un juiston o incluso ( Dios no lo quiera, una faria ...). Pero falta el primer caso de alguna mujer que denuncie haber sido hostiada ( ella y su prole )por el borrachuzas de su compañero; y que esto suceda sistemáticamente todos los happy findes. Si acaso se llega a oir : Jo tía que moña y resaca mortal tiene el Indalecio.
T.B.

Grilo do Demo dijo...

Yo también estoy de acuerdo con T.B. Si no existiera el alcohol se erradicaría al momento el problema de la violencia doméstica. Es de todos sabido que ningún machista agrede a su mujer estando sereno ni puesto de cualquier droga, y no hay más que ver la situación en los países musulmanes: gracias a que su religión prohíbe el alcohol, las mujeres viven como reinas.

Por otra parte, también está por verse el primer caso de una agredida que presente quemaduras de cigarro en la piel.

Dejando el sarcasmo a un lado, obviamente no estoy diciendo esto en serio, como espero que tú tampoco estés en serio al insinuar que el alcohol implica maltrato y que actualmente hay alguna ley que prohíba fumar en casa.