lunes, 19 de octubre de 2009

La melancolía, los paraguas

Un lector ( o una lectora, imposible saberlo) de este blog, muy amable, me insta a escribir sobre la melancolía que portan ciertas chicas en sus rostros. Crea una imagen tan bella, la de los paraguas, que soy yo quien animo al anónimo a describir esta emoción. Sigo pensando que soy muy afortunado por los lectores que visitan este blog, tan lejanos a los energúmenos que mandan SMS a los programas de la tele, que a veces pienso si estarán conviviendo en un mismo país dos especies de homínidos diferentes, como cuando pisaban esta misma tierra los Cro-Magnon y los Neanderthales. La televisión es territorio neanderthal, con muy pocas excepciones (Cuatro, la Dos, algunas series...), y que me perdonen los neanderthales, pues seguro que tenían sentimientos mucho más puros que los de aquellos que ven y se emocionan con la telebasura: es un modo un poco injusto de crear una polarización. Espero que este blog siempre esté dedicado a los Cro-Magnon, a esos que se maravillan cuando aprecian la melancolía de esas chicas con paraguas a las que se les cuela la lluvia, a esos que valoran esos ojos tristes de los pre-rafaelistas, que intuyen en las calles el poder demoledor de unos rasgos lánguidos, rayanos en la tristeza. Las calles a veces nos regalan estos dones. Pero no puedo hablar de la melancolía porque esas chicas del paraguas se me han metido en la cabeza, y no podría más que plagiar a mi interlocutor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

este gesto sí que es un absoluto "deberse a tus lectores"!! gracias por atender nuestras demandas. Y por generarnos una ilusión diaria subiendo cositas a tus tardes eléctricas, que cuando lo leí por primera vez entendí mal y leí "eclécticas" (que también lo es mucho)... En realidad la melancolía es todo un temazo, es el lado oscuro, el de los débiles de corazón. Los sensibles terribles a los que las cosas nos cuestan más de la cuenta. Por ahora la lluvia no se me ha colado a pesar del paraguas pero sí tengo un reloj que ponía sumergible lleno de gotitas que me impiden ver la hora. gracias de nuevo por la ilusión diaria.