Vi el pasado fin de semana una película titulada Bosque de sombras. La película no es gran cosa, me temo, pero en ella se regresaba a un viejo tema que, por consiguiente, ha aparecido en muchas películas. Y no sólo en películas: uno de los motivos de la literatura hispanoamericana de comienzos del siglo XX era "civilización y barbarie", es decir, el esfuerzo civilizador del hombre de la ciudad frente al primitivismo que le circundaba. Pero volviendo a las películas, esa que reseño me recordó a la famosa Perros de paja de Peckinpah: gente fuera de sitio llega a un lugar apartado, constreñido por las viejas (y crueles) costumbres, y el desenlace tiende siempre a ser trágico. Hay otras, en diferentes variantes, como Deliverance o La presa (ésta, una parábola de la guerra de Vietnam), y en todas el hombre de la ciudad invade el sacrosanto terriotorio de lo primitivo: nadie puede ser más odiado que ese hombre para alquien que vive en comunión con su entorno. En todas ellas subyace el miedo del urbanita a enfrentarse a una naturaleza en estado puro, ya sea en forma de hombres cuyas costumbres son brutales, o en forma de un medio extremadamente hostil. La conclusión es que nosotros, la gente de ciudad del mundo occidental, no amamos la naturaleza, sino el paisaje ajardinado; creemos que los osos son animales bellísimos (y lo son), pero los rechazamos cuando devoran a sus propias crías o matan por territorialidad a otros bellos animales (o incluso hombres). Creo que la naturaleza nos está pasando factura por todos nuestros desmanes. Y si no, pensemos en Chile, Haití, Uganda, Francia... Desengañémonos: el hombre desde que es hombre ha luchado a brazo partido con la naturaleza. Ha querido destruirla o transformarla, nunca se ha sentido cómodo en ella, porque naturaleza implica fuerzas desatadas e incontrolables, implica atavismos de cuando éramos muy diferentes, implica, definitivamente, muerte. Por eso querríamos hacer de nuestro mundo un enorme tanatorio en que todo perece pero nadie lo ve.
P.D.: He usado la palabra "hombre" genéricamente. Pido disculpas. Mea culpa, mea culpa.
P.D.2: Felicito a Jane Doe por el admirador que le ha salido, ese tal Freak "John Doe" Masters.
P.D.3: Felicito a Pedro por mandarme otra de sus míticas recetas, aunque algún lector del blog no haya hallado la hilazón entre queso italiano y extraterrestres (yo tampoco, Pedrito).
P.D.4: Me felicito por los nuevos comentarios en el blog: esto se está animando: nueva cocina, incredulidad, flechazo cibernético, prevaricación... Esto promete.
1 comentario:
¿Hilazon? Ay Miguelin ... ¿cuando he necesitado un hilazon para incluir una recetilla en tu blog? Eres mi unica salida al ciberespcio y de vez en cuando me aprovecho, me da lo mismo que sea desde un extraterrestre, un filosofo, el descubrimiento de la penicilina o la boca de Julia Roberts.
(Por lo demas parece claro que Jane Doe se cita con John Doe en Potter's Field. Habra que estar atentos al final de esta historia)
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