Reconozco que me fascinan algunas cosas del programa de José Mota. Yo, la verdad es que reír, lo que es reír, no me río, pero me parece que el programa tiene una gran calidad, y no ofende a nadie verlo. Hay, eso sí, algún sketch que no me va (el del Cansino Histórico y el del Tío La Vara), pero confieso que es ver al Aberroncho y ahí sí que me parto. Desde que lo vi por primera vez fui asimilando su lenguaje. Ahora ya puedo decir que yo también me aberroncho al rocaje vivo, y que daría la vida por compartir unas horas con el oso Matías, la gineta Montse y el burro Jeremías. Y no sólo eso. Gracias a Mota he cambiado el tono de los insultos que uso: ahora llamo a la gente mugrosa, pregoná, ansia viva, hocicopollo, cierrabares, en vez de las cosas soeces que solía deicr; además, me gusta investigar behind the musgo cuando voy al campo a sobrevivir. Lo dicho, os animo a aberroncharos contra el rocaje vivo. No hay cosa mejor, aunque nadie sepa lo que esto signifique, y ahí está el talento.
P.D.: Muchas gracias por las recomendaciones y los avisos de conciertos, anónimos. Escucharé a Tachenko, y, si puedo intentaré ir a algún concierto de los anunciados. Ah, creo que actúa Quique González en Vigo el 26 de marzo, según me dijo mi amigo Tomás. Los que estéis aquí, si no lo habéis visto, recordad que no verlo es pecado mortal, de los que te quemas toda una eternidad.
Qué grande eres, Quique.
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