La consulta de Ibarretxe no es popular, sino médica. Alguno dirá que este hombre no es de este planeta, y su parecido con el doctor Spock podría atestiguarlo, si no fuera porque Spock era un tío muy inteligente, claro. Él, gran parte de su partido (y de otros a su izquierda) y por consiguiente un buen porcentaje del pueblo vasco están gravemente afectados del Síndrome de Sabino (a la izquierda, en la foto, el señor Arana), que ataca las meninges y el bulbo raquídeo (o raquítico, que también le llaman así), y que produce los siguientes síntomas:
a) El afectado cree que su pueblo proviene de un nieto de Noé llamado Tubal.
b) También sostiene que el cráneo de su pueblo y su Rh son diferentes del resto de la humanidad.
c) Tiene propensión a sentirse colonizado, y a considerarse muy, muy pobre y desdichado, incluso cuando paga sumas astronómicas bebiendo zuritos y comiendo pinchos.
d) Tiende a inventar un pasado heroico encestral en que su pueblo fue nación, y a borrar los hechos históricos avergonzantes de su pasado más reciente (véase papel de PNV en Guerra Civil y después, véase rendición ignominiosa a Franco sin oponer apenas resistencia, véase sentimiento carlista ultraconservador arraigado en el imaginario de la gente, véase divisiones organizadas vasco-navarras, los requetés, apoyando a Franco, véase...). Tiene a imaginar un pequeño imperio con terrenos que ni siquiera pertenecen al país del que forman parte.
e) Siente un afecto paternalista por asesinos a sueldo a los que considera jóvenes descarriados.
f) Rechaza de plano todo lo que suena a español, cuando su economía depende totalmente de ese otro pueblo tan despreciable, cuando los vascos más prominentes han estado siempre a las órdenes de la Corona, cuando incluso esa lengua tan odiada e imperialista del enemigo no sería como es si no fuera por la influencia decisiva del vasco en sus orígenes.
g) Desea imponer una lengua en estado moribundo (al parecer, la que se hablaba en el Paraíso) que él no habla ni conoce a todos sus conciudadanos para así regresar al Edén Euskaldún; sin embargo, los mítines en que arengan para el uso de esa lengua se dan en castellano, porque de lo contrario no se entenderían.
h) Rechaza toda institución española, toda carta de derechos proveniente del estado, pero recurre a ellas cuando se ve en peligro, e incluso recurre a derechos feudales para pagar menos impuestos que otras comunidades más pobres que la suya.
i) Insiste con orgullo en que nunca fue romanizado (viendo los rostros de los líderes de ANV y del PCTV, uno puede admitir que eso es cierto, la verdad).
j) Insiste en que su pueblo es el que más ha sufrido del mundo, por lo que se comparan con Gaza, y utilizan Guernica para explicar esa conspiración mundial contra sus aspiraciones.
Este es el síndrome. Lo padecen muchos, no crean, por imposible que parezca. Incluso este síndrome se enseña en libros de texto como si fuese algo real y no imaginación. En mi opinión, con respecto a la consulta, creo que deberían dejarles vía libre. Es más, creo que el estado debería anticiparse y dar una independencia por sorpresa, y hacer como se hace en la secta de los Amish: permitir que el hijo viva fuera del poblado durante un periodo de tiempo estipulado (uno o dos años, no recuerdo bien), antes del cual podrá regresar sin perder derechos; eso sí, si no retorna, será rpudiado para siempre por su familia y su comunidad. Sería una buena solución, porque así, cuando vieran que los impuestos que generan no dan para cubrir ni los sueldos estratosféricos de sus funcionarios, ni el sostenimiento de la seguridad social y la enseñanza, ni el mantenimiento de carreteras y aeropuertos, ni dos canales de televisión autonómica con una audiencia irrisoria, y cuando perciban que todas las empresas fuertes radicadas en el País Vasco cambian de domicilio fiscal (el BBVA ya ha amenazado), y noten que su nivel de vida tan alto como ilógico se va al tacho, pues sus derechos feudales no les sirven de nada... entonces caerán en la cuenta de que han sido siempre unos privilegiados; que, por encima, lo que les enriqueció a ellos (esa industria obsoleta, carísima, deficitaria y de bajísima calidad mantenida por una cuestión de prestigio nacional, véase Altos Hornos) entorpeció el desarrollo industrial del conjunto de España; que ser insolidario no es de recibo cuando reciben alegremente el dinero del Estado que tanto rechazan para sus "cositas"; que su pueblo en tiempos históricos siempre fue dependiente de alguna corona, de algún tipo de estado; que las lenguas no son ni deben ser nunca sagradas: son instrumentos de comunicación que nacen, evolucionan y nunca acaban de morir, pues dejan su rastro en la sintaxis, en el léxico... ; que si la gente de Guernica tenía nombres y apellidos, como dijo el inefable Arzallus, ¿qué tenían los defensores de Madrid, que murieron a miles en una resistencia heroica durante tres años?; que los "chicos descarriados", esos malditos hijos de perra, son indefendibles por el tremendo daño que han causado a toda la sociedad, por muy vascos que afirmen ser; y, finalmente, otro de sus mitos absurdos, que si los romanos, que fueron capaces de someter la Galia y la Germania, populosas y belicosas como pocas tierras, no los conquistaron, fue simplemente porque no les dio la gana. Allí no se daba el vino (el chacolí difícilmente puede catalogarse como vino) ni el olivo. ¿Para qué, entonces? Solo el careto de las alcaldesas y concejalas de ANV y PCTV puede hacerte pensar que tal vez sí, algunos no fueron romanizados.