Estas navidades recibí de regalo el libro de todos los relatos del autor norteamericano John Cheever. Sus relatos van desde los años treinta hasta los ochenta, década en que falleció, y el autor posee un don que no muchos tienen: es capaz de hacer moderna y universal una historia situada setenta años atrás. Excelente, Cheever, con su análisis de la clase media norteamericana, con sus miserias, sus grandezas, y una potente pulsión sexual latente o expresa en cada relato. Pues bien, leí un relato titulado "El nadador", e inmediatamente me di cuenta de que había visto (hace muchos, muchos años) una película basada en el relato. La película se titula igual que el cuento ("The swimmer", dirigida por Frank Perry en 1968), y trata sobre un hombre que decide regresar a su casa pasando por todas las piscinas de las casas que encuentra en el camino. En ese extraño peregrinaje, vamos conociendo de modo progresivo datos sobre el protagonista, sus amantes, sus problemas, y vemos también una crítica feroz a esa sociedad norteamericana que quiere dar una eterna imagen de juventud. El protagonista, un impresionante Burt Lancaster, por fin llega a su casa, exhausto, aterido, y cuando intenta abrir la puerta vemos lo que en realidad ha sucedido. El protagonista ha estado engañándose a sí mismo, respecto a su edad, su vitalidad, su condición familiar y la económica. Su hogar vacío es un final desolador. Grandísimo relato, y también una gran película.
1 comentario:
Atrevete con "john Cheever, una vida" de Blake Bailey, premio de la crítica de USA 2009. Te absorverá (o no). En todo caso terrible.
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