domingo, 2 de diciembre de 2012

Cuando yo me encontré con yo


Paseaba por el Lagares un día cuando para mi sorpresa me encontré con yo.
-Hola, yo. Qué extraño verte aquí, ¿no? -dije a mi döppelganger.
-Sí. Eso pienso yo. Pero es que ha habido una tormenta y siempre que hay aparato eléctrico se producen turbulencias espacio-temporales. ¿No has visto "Donnie Darko"
-Ah -dije yo, queriendo ocultar que era de  letras y que no había entendido la película aquella.
-¿Y qué es de yo en este universo paralelo? –preguntó, alisándose un Armani, oliendo los aromas del río Lagares. No he comentado que yo iba con ropa de deporte de Decathlon.
-Yo es… digo, yo soy profesor de secundaria. De inglés.
-Aaahh… -dijo, fingiendo interés. Miró su Rolex y pareció impacientarse-. Mm, voy a llegar tarde a mi cena en Burger King.
-¿Y yo en el otro universo en qué trabajo? -pregunté, pensando si podría ser escritor de éxito.
-Trabajo en Bankia.
-Aaahh… -dije yo, fingiendo no sentir cierto asco-. O sea que allí trabajo en Bankia.
-Sí. Y no te lo vas a creer, pero allí el sistema se fue al carajo, pero los muy burros del FMI, el BCI y los gobiernos europeos… ¡nos están rescatando con millonadas de fondos internacionales y del erario público! Hay que ser gilipollas… Pero yo ya me he prejubilado, con unos incentivos de 3 000 000 de euros procedentes de esos fondos. ¿Cuándo te jubilas yo?
-A este paso cuando tenga 70, o en caso de muerte, antes.
-Qué pringao. Vente a mi universo paralelo, yo. Allí todo mola más. Seguro que en este el FMI y compañía no son tan gilipollas como en el mío. Además, tengo un bollazo de novia: se llama Rossi de Palma.
   Ahí supe que los universos paralelos tienden a ser lo opuesto de tu universo. En ese instante descargó un rayo y yo desaparecí, pero el yo del Armani y el Rolex. El yo hijoputa, vaya. Regresé a casa desolado y calado hasta los huesos. Mi única esperanza eran los universos paralelos: desgraciadamente creo que allí todo es al revés pero Standard & Poors  gobierna en todos.

2 comentarios:

Fran Zabaleta dijo...

Demonios, Miguel... ¡anda que eres genial alegrándonos el día!

Agobiante, pero divertido. Que es lo que nos salva... ¡muy bueno!

Anónimo dijo...

Gracias, Fran. Son mis típicos desbarres. Creo que estoy un poco chalado.