Un haiku de actualidad

Este es el haiku que he escrito, después de varias horas de arduo esfuerzo creativo. Es poesía pura, cercana a J R Jiménez, de una nitidez casi a lo Don Limpio, de una intensidad byroniana. Es este:

La niña de Rajoy
no tiene chuches.
Que se joda.

Hoy, a las nueve, todo el mundo en la calle.

Hija de Fabra

Todavía no es un insulto llamarte "hija de Fabra", pero démosle algo de tiempo, que yaaa... La hija de Fabra responde a ciertas incógnitas, como por ejemplo en manos de quién estamos, o por ejemplo cuál es el auténtico rostro de la derecha española, o, también, la demostración palpable de que de tal palo, tal astilla. Alegrarse por recortes de salarios y derechos de las masas trabajadoras, y aparte añadir un "que se jodan" da idea de lo que hacen en un cerebro la genética heredada y la política en la Comunidad Valenciana, una mezcla explosiva como pocas. Espero que esta mujer recapacite, si tal cosa en posible en un político del PP de las nuevas hornadas. Es increíble que a estas alturas de mi vida eche de menos a Fraga. Por cierto, aunque fuera cierto, que no lo es, que su insulto iba dirigido al PSOE, no creo que sea un buen subterfugio afirmar tal cosa, a no ser que seas una canalla de tomo y lomo.
Ahora, si cuando salga en su flamante deportivo alguien (un currito, un currante, un funcionario) le suelta una pedrada, que no se queje. Dicen los ingleses que si te haces la cama, tienes que dormir en ella: o sea, apechuga con las consecuencias.
Ah, esta mujer se llama Andrea.

Una vieja canción incomprendida

Vuelvo a escuchar una canción, y me doy cuenta de su profundidad, algo de lo que nunca antes me había percatado. Veo ahora, anonadado, la calidad y la ambivalencia de su letra.
Los dos primeros versos usan una metonimia en gradación, la parte por el todo (un fruto, y un árbol frutal por toda la naturaleza), para reivindicar la necesidad de una política ecológica.
Los dos siguientes, tomando dos nacionalidades (otra metonimia: dos países representan todo el mundo) se muestra  el asentimiento del mundo ante esta política necesaria, e incluso la admiración que se siente por ella.
El último, un grito por la justicia, la reivindicación  de la necesidad de un reparto justo de los recursos mundiales, y la necesidad de erradicar el hambre. Vaya descubrimiento más flipante.
Estos son los versos de la canción:
1 Mi limón, mi limonero
2 entero me gusta más
3 Un inglés dijo "yes yes"
4 Un francés dijo "oh la la"
5 ¡Ayayay limones para comer!



Excusadme por la superficialidad, pero creo que es necesario sonreír un poco en estos días de derrumbe.

El hundimiento

No quiero ser pesimista, me niego. Pero lo de ayer en el Congreso, las medidas del gobierno no van a hacer más que hundirnos a todos. No a todos, sino, más bien, a las clases medias y bajas. Los que defrauden tienen vía libre. Los banqueros han aumentado sus beneficios.
Y me pregunto qué ocurrirá cuando nadie gaste un duro en Navidades, sin paga extra. Infinidad de empresas pequeñas y medianas viven casi exclusivamente de las navidades: ¿qué les va a suceder? Bueno, irán al paro, pero así encontrarán aliciente para encontrar otro trabajo, según dijo el iluminado de Mariano, Marianín, Marianico, cada vez más corto y más zarabeto.
No sigo, porque todo el mundo habla de lo mismo, y con mejor criterio y más científicamente que yo.
Que Manitú nos coja confesados (uso "coger" en sentido español y latinoamericano, en ambos).

Esplendor y caída de Lance Armstrong

La Oficina Anti-Dopaje de EEUU ha decidido tomar cartas en el asunto, y juzgar a Lance Armstrong por sus "delitos" del pasado. Unos correos incriminatorios han allanado el camino para que esta agencia juzgue por lo deportivo a Armstrong, que podría perder nada menos que sus siete tours. Y son sus propios compañeros de equipo (Landis, entre ellos) quienes testificarán en contra de Armstrong. Esto, debo decirlo, era un secreto  a voces. Era imposible lo que hizo Armstrong, y el famoso tratamiento para el cáncer solapaba otras sustancias que le permitían no fallar nada más y nada menos que en siete años consecutivos. Somos demasiado viejos para creernos estas hazañas, en serio. Lo malo es que el ciclismo habrá perdido totalmente su credibilidad, y el palmarés de las vueltas está condenado a ser siempre provisional. Si yi hubiera quedado cuarto o quinto en esos tours no desesperaría, pues la rueda se puede agigantar, y caer asimismo los siguientes del podio. Me hace gracia la chulería de Armstrong respecto a esto. No sabe o no parece saber que la agencia de su país ha destronado a reyes (reinas) como Marion Jones o Florence Griffith, ni que a Francia no le temblará la mano si tacha el nombre de Lance del palmarés. Bueno, tal vez así, por fin, los franceses ganen algún tour.
En otro orden de cosas, Armstrong estuvo unido sentimentalmente a la cantante Sheryl Crow. Esta es una canción suya. Bueno, en realidad es una versión, una preciosa versión, de una de las mejores canciones crepusculares de Led Zeppelin: D'Yer Mak'er.